Nada de lo que vivimos es absoluto. Todas nuestras experiencias transcurren en una escala de grises, en un ir y venir entre dos puntos concretos que se van entrelazando con el tiempo. Y eso mismo es lo que ha intentado plasmar Charlotte Day Wilson en su segundo álbum, abriéndose en canal en la sinestesia entre verde y azul. Después de un aclamado debut, con el que se convirtió en una de las favoritas de Drake, John Mayer, James Blake, o incluso Patti Smith, retorna ahora con “Cyan Blue” de la mano de XL Recordings. Trece cortes en los que sigue perfeccionando su insigne R&B con baterías suaves y una voz envolvente que convierte lo personal en absolutamente universal.
El disco funciona a modo de puzzle de vivencias que responden a diferentes momentos de su vida. Titulado con el nombre de un color cambiante, nos demuestra cómo toda situación puede ser vista desde muchos ángulos, pero sobre todo cómo mutan a través del prisma del tiempo. Dejando a cargo de la producción a Jack Rochon, su trabajo se ha centrado en transmitir las capas que se acumulan en cada una de sus experiencias. Nos propone la paz de tener el corazón roto en “I Don’t Love You”, un tema que parece estar filtrado por una radio pasada en un viaje de coche. Pero también la picardía y deseo que encontramos en el R&B seductor y luminoso de “Do You Still”.
Aunque se trate de su trabajo más personal hasta la fecha, en el álbum se perciben distintas voces que funcionan como texturas de personajes secundarios, como en su momento más gospel en “Kiss & Tell”. Y además encontramos la brillante colaboración con Snoh Alaegra en “Forever”. Sin olvidar su particular cover de “Somewhere Over The Rainbow”, en la que el cambio de una sola palabra redefine toda la canción.
“Cyan Blue” es un espejo emocional de Charlotte Day Willson a través del tiempo. Tomando perspectiva en todo aquello que siente, no solo nos ayuda a conocer su particular universo interior, sino que nos enfrenta al nuestro.
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