Charli XCX vive en una especie de limbo musical que se está volviendo eterno y podría perjudicar seriamente el impulso comercial que sufrió en 2014 con "Sucker". La cuestión reside en si verdaderamente a ella le importa todo ese discurso sobre convertirse en una estrella que lleva recibiendo desde hace años desde su sello o prefiere reinventar el pop y dejar que otras figuras pongan voz y cara a todos los éxitos de masas que se le pasan por la cabeza. Hace unos meses manifestaba una terrible frustración y malestar por la evolución de su carrera musical. Está claro, todos guardamos en nuestra mente la imagen de esa Charli que abandonó su vena gótica para apostar por el EDM, comerse una piruleta gigante y coronar las listas de éxitos. Es más, esperamos con ansias que vuelva a conseguirlo e incluso tendemos a valorar positivamente solo aquellos proyectos que la británica lanza y se asemejan al sonido que le convirtió en una estrella. Sin embargo, a nuestras espaldas Charli lleva años luchando por un lavado de imagen y conseguir lanzar al mercado un producto que le aleje definitivamente de la cerrada, frustrante y anti-creativa fórmula de electrónica y pop comercial que triunfa en UK y USA a día de hoy. Es aquí donde entra en juego su relación con PC Music, el sello que se ha convertido en su director creativo y apoya todos esos movimientos que Atlantic rechaza. El pasado año lo pudimos comprobar con "Vroom Vroom", aquel sucio EP de la mano de SOPHIE que introducía a Charli en esta especie de nueva religión donde el consumismo, la innovación, la electrónica, la cultura oriental y la tecnología son algunas de sus bases. Y no nos olvidemos de que todavía está por ahí aquel álbum de corte punk que grabó en dos días como acto de rebeldía, tras la saturación pop vivida, y que jamás vio la luz.
Ahora, regresa con "The Number 1 Angel" una especie de mixtape de pago, para poder colocarlo en todas las plataformas de streaming y listas, que cuenta por un lado con el apoyo de su sello para venderlo y por el otro con el equipo artístico de PC Music para conseguir acercarse lo máximo posible a lo que Charli XCX quiere ser como artista en el futuro. La pena es que tanto caos para sacar a la luz este proyecto y retrasar el verdadero sustituto de "Sucker" deja a la sombra todo el talento de Charli y, sinceramente, tampoco nos muestra una nueva faceta de la británica. En "The Number 1 Angel" son más importantes las colaboraciones que la propia artista, y eso nunca es bueno. En resumen, Charli apuesta por la composición colectiva de los temas con figuras como Klas Ahlund (productor y escritor de temas de Robyn). Entrega la producción del proyecto por completo a PC Music con A. G. Cook y SOPHIE al mando. Y, sin pretenderlo, acaba a la sombra de tantos invitados de lujo como Uffie, MØ o la reciente estrella CupcakKe, que le sirve para certificar su extra de modernez.
Da la sensación de que Charli ha vendido su alma a cambio de un poco de ayuda para poder reinventarse como artista y conseguir recuperar el interés por parte de la crítica descubriendo la fórmula del synth-pop que triunfará en un futuro cercano. La pena es que parece ser que PC Music no tiene muchas ganas de experimentar con Charli y todas esas texturas, mezclas caóticas y elementos que encontramos en las bases de los temas de SOPHIE, A. G. Cook o Hannah Diamond son bastante leves en "The Number 1 Angel" y poco agresivas (a excepción de la potente "Lipgloss" que cierra el proyecto). Además, como añadido, siguen quedando restos de pop fácil y dulzón en los pasos artísticos que da Charli y que nos hacen comprender a la perfección que Atlantic haya apoyado el lanzamiento de este mixtape antes del tercer álbum definitivo ("Emotional"). ¿Cuál es el futuro de Charli XCX? Nadie lo sabe y más cuando la estrella vive en un constante tira y afloja de intereses comerciales de los que no quiere ser participe y se ve obligada a serlo. Eso sí, por mucho que se haya entregado a la cultura kawaii y los elementos cuteness, que abanderan a PC Music, va a ser muy difícil domar a esta fiera.
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