Tan seguros están de sí mismos que hasta se permiten mostrar las cartas marcadas. A propósito del estreno online de “Centro Dramático Nacional” Biznaga hacían un certero análisis del disco que no escondía referencias literarias y los préstamos musicales más evidentes: Parálisis Permanente, desde luego, pero también Gabinete Caligari, Eskorbuto, Patrullero Mancuso o, mirando más allá, Siouxsie & The Banshees o The Monochrome Set. Efectivamente todos ellos salen a pasear a lo largo de estas diez canciones que transitan a la velocidad de tren-bala y a su manera bendicen la puesta de largo de la banda madrileña con mayor proyección el pasado año.
Biznaga, como antes Juanita y Los Feos o Los Claveles, se muestran orgullosos de pertenecer a una tradición musical que arranca en La Movida y casa angustia juvenil, inquietud cultureta y tremendismo a go-go, aunque en su caso lo hace con una urgencia inédita, casi hardcore, que se convierte en metáfora de los tiempos que les toca vivir. Hay nocturnidad en ese homenaje a "Tengo un pasajero" que es "Fiebre", en "Mala sangre" y "Cul-de-sac" y también alevosía en sus metáforas a propósito del desengaño amoroso, pero sobre todo el desencanto de una juventud condenada al fracaso aún cuando “Centro Dramático Nacional” encadene un triunfo detrás de otro.
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