En los últimos meses el proyecto de Aaron Funk, Venetian Snares, ha pasado del tenebrismo sonoro de “Winnipeg Is A Frozen Shithole” al sorprendente viaje sinfónico de “Rossz Csillag Allat Szuletet”. Justo ahora, cuando pesos pesados de la escena IDM han entregado trabajos por debajo de lo esperado, había inquietud en la comunidad electrónica por ver cuál era el siguiente salto mortal de Funk. Entre volver a trepanar los oídos con una nueva dosis de breakcore en vena o pisar el freno melódico, el prolífico canadiense ha preferido quedarse en tierra de nadie.
Así, en “Cavalcade Of Glee And Dadaist Happy Hardcore Pom Poms” parece querer dar cabida a todas las vertientes de Venetian Snares, aunque sin arriesgar un ápice. Mientras que la cantidad de beats por segundo que rezuman “Vache” o “Plunging Hornets” recuerda a anteriores trabajos como “Chrome Cylinder Box Unfolding”, en “XII’s Dub” solapa la melodía con un coro de disonancias metálicas, sin ser capaz de resolver en ningún momento la ecuación entre lirismo y ruido.
Otras composiciones, como “Swindon”, podrían pasar perfectamente como descartes de Aphex Twin, que es lo peor que se puede decir de un artista de la talla de Funk. Ni siquiera guiños como “Pwntendo”, construida a partir de los sonidos de la consola Nintendo de ocho bits, sorprenden demasiado a estas alturas de partido. Lo peor es que, sin ser mal disco, se trata de una entrega de Venetian Snares que ni apabulla ni aturde, como en anteriores ocasiones. Un paso en falso, que seguro que la incontinencia creativa de Funk corrige en pocos meses.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.