Carry On

A pesar del saludable giro clásico de “Revelations”, está claro que Audioslave se sustentaba más por el pasado de sus miembros en Rage Against The Machine y Soundgarden que por sus propias canciones. Por eso acogí con cierto optimismo la noticia de su disolución y de esta segunda incursión en solitario de Chris Cornell; más aún teniendo en cuenta el magnífico precedente de “Euphoria Morning”, donde el ex-cantante de los de Seattle se convertía en un melancólico cantautor pop atraído por el rock alternativo y la psicodelia. Dicho esto, vaya por delante que este “Carry On”, apuesta dispar por el soul, el contry y el pop netamente mainstream, resulta claramente decepcionante. En él hallamos a un Cornell que parece cantar con el piloto automático, sin la sangre ni el sentimiento habituales y tirando de algunos tics impropios del autor de “Rusty Cage”, “Fell On Black Days” o “Follow My Way”. Algo imperdonable sabiendo que, a pesar del evidente deterioro de su aún personal voz –lejos quedan las comparaciones con Robert Plant-, cuando se lo propone, Cornell sigue transmitiendo: “My Poison Eye”, “She’ll Never Be Your Man” o “Killing Birds” son buenas canciones. Probablemente, “You Know My Name”, de la banda sonora del último Bond, y la gratuita versión del “Billie Jean” de Michael Jackson ejerzan como perfectos cebos comerciales, pero Cornell haría bien en meditar mejor sus próximos pasos si no quiere que se siga poniendo en entredicho su integridad.