Poco importa que haga ya más de un lustro que el alt folk haya dejado de interesar a las capas más avispadas del mundo independiente. El dúo de San Francisco sigue a lo suyo, y de qué manera. La chispa que enciende la inspiración de este cuarto trabajo ha venido del repentino fallecimiento el pasado año de Christopher Reimer, que se había convertido prácticamente en el tercer miembro de Dodos y se estaba preparando para participar en el nuevo álbum de estudio cuando la fatalidad se lo llevó. Más inventivos y audaces que nunca, pero sin perder la esencia folk que siempre les ha caracterizado, Meric Long y Logan Kroeber nos recuerdan a los mejores Grizzly Bear, con composiciones –“Transformer”, “Confidence”, “Relief”- que recogen las melodías amargas marca de la casa, esta vez envueltas en unas estructuras refinadas y pulidas que conmueven desde su sencillez.
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