La expectación por el esperado segundo álbum de Caroline Polachek es enorme, y motivos no faltan. “Desire, I Want To Turn Into You” llega en el mejor momento de la artista, cuatro años después del aclamado “Pang”. La recepción de los primeros adelantos ha sido fantástica y ha alimentado el hype por conocer el sonido completo de este segundo disco. Tanto, que parece mentira que el primer single, “Bunny Is A Rider”, fuera publicado en julio de 2021.
Un año y medio después de ese primer aperitivo, por fin tenemos entre manos el álbum completo, lanzado en pleno San Valentín como regalo de amor por parte de Polachek. Las canciones de este “Desire” han sido cocinadas a fuego lento en su casa y en el estudio, junto a su colaborador habitual, Danny L Harle. El Covid llegó justo cuando Caroline estaba ensayando para el tour que acompañaba a “Pang”, por lo que la gira de este se ha prolongado hasta los festivales del verano pasado. Entre concierto y concierto, compuso estos doce nuevos temas, algunos de ellos ya presentados en directo.
Por aquí se puede recordar su gran paso por Primavera Sound 2022, momento en el que se constató que lo que estaba por llegar era importante. De hecho, no es baladí mencionar a la ciudad de Barcelona, pues ha sido un lugar muy relevante para el sonido actual de Caroline. Por muy remoto que suene, ella misma mencionaba “Como Ronea” de Las Chuches como clara inspiración de “Sunset”, su propia rumba catalana en la que aparecen palmas y guitarras españolas, con un videoclip rodado en la Ciudad Condal.
No nos extraña que una de las canciones se titule “Welcome To My Island”, pues el universo de Polachek no puede ser más variopinto e interesante. Según ella, dicha canción es su nueva “So Hurt You’re Hurting My Feelings”, si bien está cargada de más profundidad. Entre otras cosas, porque habla directamente sobre la complicada relación que compartía con su padre, diagnosticado de depresión y bipolaridad, y fallecido por Covid hace un año. Nunca fue a verla actuar ni la apoyó en su carrera, con lo que resulta sencillo entender a Caroline cuando habla de que en este disco se habla de emociones que existen en el mundo y que no tienen por qué ser bonitas.
Sobre esta idea gira en torno este álbum, en el que también se exploran los diferentes y contradictorios sentimientos que afloran cuando uno se enamora. Todo ello envuelto en letras metafóricas, una voz privilegiada y angelical y una producción bizarra que conversa entre el pop mainstream (“Smoke”) y la experimentación más celta (“Blood And Butter”), industrial (“Billions”) o PC Music (“Fly To You”, con Grimes & Dido). Solo ella podría ser telonera de Dua Lipa mientras colabora junto a Sega Bodega, Charli XCX, Oneohtrix Point Never o Flume. Los dos lados del pop, de los cuales Caroline recoge lo mejor y lo transforma en su propia movida.
“Desire” posee abundantes buenos momentos a lo largo de su tracklist, si bien sus adelantos han sido las principales joyas ya escuchadas. Como gratas sorpresas, encontramos la mencionada “Smoke” (según ella, su himno de diva pop) y la pegadiza “I Believe”, una producción muy pegadiza que recuerda a aquellos The Corrs que tanto han inspirado a nuestra protagonista. En general, un trabajo discográfico muy sólido que deja huella y que le abre las puertas hacia una carrera francamente prometedora. La cuestión es si Caroline tomará la vía fácil o se complicará la vida a mitad de camino.
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