Dedicated

"Música para limpiar la casa" podría ser el título de una maravillosa playlist de Spotify, pero era el primer título que Carly Rae Jepsen barajó para este álbum, y sobre cuyo concepto empezó a trabajar. Datos como éste hacen imposible que la canadiense te caiga mal y que, cuando conoces a alguien que sigue hablando de ella como "la de ‘Call Me Maybe’", enseguida le empieces a recomendar pistas de “Emotion” y “Emotion Side B” (y de los también disfrutables “Kiss” y “Tug Of War”). Porque sus trabajos son ideales para escuchar mientras limpias la casa (y no, no es fácil), pero los dos últimos son también una muestra de que a Carly le encanta el pop y lo conoce, y sabe rodearse de la gente adecuada para entregar muestras de un pop cuidadísimo y, aparentemente, sin grandes pretensiones. “Emotion” es uno de los mejores álbumes pop de la década, así que este “Dedicated” lo tenía muy difícil. ¿Veredicto? No, no es mejor que “Emotion”... pero por poco.

Al contrario que con su predecesor, aquí sí que teníamos las expectativas por las nubes, y aún así las reacciones ante este disco han sido mayoritariamente positivas. Ya conocíamos buenos temas como “Julien”, “No Drug Like Me”, “Now That I Found You”, “Too Much” o “Party For One”, pero es que “Want You In My Room” (bajo la producción de Antonoff), “Real Love” o “Everything He Needs” se cuelan desde ya entre las mejores canciones que ha sacado, experimentos como “Right Words, Wrong Time” o la melancólica “For Sure” no están nada mal, y sigue habiendo delicias para los amantes del sintetizador ochentero como “Happy Not Knowing” o “The Sound”.

“Dedicated” es, en general, un disco para apasionados del pop hecho por una artista genuinamente apasionada por el pop. Y si os quedáis con ganas, podéis respirar tranquilos: Carly ya ha anunciado que aquí también habrá un EP de descartes-que-no-parecen-descartes. Queremos ese EP para ayer.