Al igual que la evolución humana tiene sus momentos de retroceso (el tunning, el último de todos ellos), también la evolución musical tiene grupos que parecen rescatados a través de un agujero con vistas al pasado.
La logical progression del pop costumbrista británico desde The Kinks a The Streets (pasando por Madness y Blur) se curva sobre si misma para volver a 1979 (pero con mejores estudios de grabación) en el disco de debut de los ingleses The Rakes. No es que sus canciones sean terriblemente malas, sino que su receta es tan tópica que a su lado Maxïmo Park son unos estetas: guitarreo nervioso (produce Paul Epworth: Bloc Party, Babyshambles...), (pretendidos) himnos coreables (“Strasbourg” no parece, sino que ES un outtake de The Strokes con un punto de mala leche), homenajes a Bloc Party (el recitado de “Retreat”) y esa incomoda sensación de haberlo oído todo antes en otra parte. Tanto que casi debería salir directamente en la sección de reediciones.
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