Algo tuvo que ver Javier Vielba (Arizona Baby) en Ángel Stanich para apostar de manera tan firme por él y producir este disco debut.
Su peculiar voz a mitad de camino entre Coque Malla y Leiva (Pereza) le da un punto canalla y despreocupado que resulta perfecto en combinación con su música.
Ángel Stanich emprende su particular “Camino Ácido” trazando once paradas obligatorias, donde ya sólo el título dice mucho de lo que podemos encontrar en ellas; experiencias lisérgicas, un cruce de caminos y sobre todo disparos, muchos disparos... Canciones como “Metralleta Joe”,“El Outsider” o “El Cruce” están hechas para acribillar sin piedad a sus víctimas.
Un álbum de escucha fácil, en el que se alternan cortes más fulminantes y depurados de folk rock con baladas como “La Noche del Coyote”, “Miss Trueno 89”, o “Amanecer Caníbal”, que dotan al disco de ese equilibrio necesario.
Pero por encima de todo, Ángel Stanich transmite honestidad, no quiere engañar a nadie, lo que se ve es lo que hay. Un artista que a pesar de ser un personaje esquivo, sigue ganando adeptos de manera fulgurante, y seguro que muy pronto estará codeándose con los grandes de la escena musical del país.
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