Se abre una nueva etapa en la carrera de Calvin Harris. O eso parece indicar su nuevo trabajo, en el que se distancia del EDM de tintes progressive para lanzarse a un pop agradable y rítmico que se desarrolla a lo largo de diez temas en los que colabora, una vez más, con la flor y nata del rap, el trap y el pop más popular.
“Funk Waves Bounces Vol.1” es un disco de marcada esencia veraniega, sosegada y luminosa, aunque su gran mérito es ofrecer temas que se diferencian unos de otros sin evitar que, al mismo tiempo, se cree una atmósfera global en todo el álbum. Porque uno de los riesgos que corría el disco era hacerse repetitivo debido a la insistencia en potenciar la marca del nuevo sonido Calvin Harris. Y es que tres de los cuatro singles lanzados previamente guardan notables similitudes en su estructura y sonido (“Slide” –junto a Frank Ocean y Migos-; “Heartstroke” –Young Thug, Pharrell Williams y Ariana Grande- y “Feels” –repite Pharrell Williams, y se suman Katy Perry y Big Sean-). Más particulares suenan la sexy “Hard To Love”, la retro “Cash Out” (con protagonismo compartido por ScHoolboy Q, PARTYNEXTDOOR y D.R.A.M.), el moombah comercial “Skrt On Me” (junto a Nicki Minaj), la misteriosa “Holiday” (Snoop Dogg, John Legend y Takeoff) y la pegadiza “Faking It” (Kehlani y Lil Yachty).
A pesar de estar ante un álbum de lo más comercial y apto para todos los públicos, “Funk Waves Bounces Vol.1” es una apuesta arriesgada por parte de un Calvin Harris que se distancia del perfil al que nos tenía acostumbrados durante los últimos años. De esta manera se enfrenta tanto al fan nostálgico que le recrimina haberse vendido a partir de su tercer disco, quizás el seguidor más despistado que pueda tener el artista (la carrera de Harris siempre se ha dividido por etapas), como a la gente que le ha descubierto en su momento de auge comercial. Lo que es evidente es que hay que reconocerle al productor escocés el saberse reinventar y acertar siempre en el tipo de esencia positiva que el panorama musical necesita en cada momento y adaptarla a un sonido que ya le caracteriza (compruébese en “Don’t Quit”, su colaboración para el álbum de Dj Khaled).
No podemos olvidarnos del peso del gran despliegue de colaboraciones, tan espectacular como versátil, con nombres que conforman un verdadero plantel de lujo. Y a pesar de involucrar a tantos artistas, Harris mantiene su fórmula personal y los principales rasgos de su sonido.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.