Funk Wav Bounces Vol. 2

Lo que podía haber sido una enorme fiesta en el paraíso, termina convirtiéndose en una siesta eterna tirados en una hamaca de un viejo hotel de lujo con poco que hacer. Calvin Harris regresa con la extensión sonora de su “Vol. 1” de 2017 pero, en esta ocasión, con una carencia de hits importante. Esta nueva entrega te introduce en un bucle tedioso que genera bostezos más que ganas de fiesta. La obsesión por el nu-disco que se desarrolló dentro del productor, alejándole de la electrónica más convencional, se está haciendo eterna y toda esa inspiración proveniente del groove de Nile Rodgers, que siempre intenta capturar, acaba asfixiada por completo en esta reaparición tras cinco años de ausencia.

Harris ya nos ha demostrado en infinidad de ocasiones que tiene un enorme talento para generar piezas redondas y éxitos de masas. Sin embargo, sus ganas de explorar nuevas frecuencias y experimentar dentro de la pista de baile le está provocando una acumulación de malas decisiones que le alejan cada vez más de la cima que tocó en su momento. “Funk Wav Bounces, Vol. 2” está saturado de bases limitadas, poco inspiradas, que se pierden en un universo sonoro poco original que convierte el álbum en un todo denso que se desplaza con una falta de personalidad e innovación realmente importante. En un momento en el que el pop y la música disco están devorando los charts, da rabia ver cómo Calvin no ha sabido jugar sus mejores fichas y competir de verdad en una partida que se sabe de memoria. Solo hace falta comparar “Potion” junto a Dua Lipa con cualquier otra colaboración previa junto a la estrella para entender el descenso en picado. Poco podemos salvar de esta segunda entrega en la que solo somos capaces de retener algún que otro tema que levanta levemente la propuesta. Tinashe trata de brillar como puede en “New To You” junto a Normani y Offset; Jorja Smith y Lil Durk tienen posiblemente una de las mejores bases en “Somebody Else” con una esencia reggae que pide caña por todos lados. Y, por último, la gran beneficiada de este lanzamiento diríamos que es una Shenseea reinando en “Obsessed”, frente a todos los demás, gracias a tener todo el carisma por si sola que no tiene en sí el sonido del disco y que tanto necesita.

La producción impecable, evidentemente, Calvin no descuida a ninguna de sus criaturas y siempre las alimenta para que se desarrollen de la mejor forma posible. Hace unos días el propio artista despertaba la polémica en Twitter cuando respondía a un usuario que juzgaba su trabajo y comentaba que no entendía cómo facturaba tantos beneficios. “Porque escribo, produzco, mezclo, toco todos los instrumentos y, a veces, voces. ‘We Found Love’, ‘Summer’, ‘Feel So Close’, por ejemplo, recaudo el cien por cien porque hice todo. La única razón por la que puse a Frank Ocean en los créditos fue porque me dijo que ‘We Found Love’ era una de sus canciones favoritas, pero yo escribí esa canción”. Por desgracia, en este nuevo disco nada es suficiente. El problema aquí está en la materia prima de una apuesta que con un mes desde su lanzamiento ya estamos olvidando por completo. Si lo que quería hacer era un disco para el verano del 2022 lo ha conseguido, porque pasado este año el público volverá a consumir los temazos acumulados previamente que ya se podrían hasta definir como clásicos. La verdad es que dan ganas de volver a pillar cada una de las canciones que forman “Funk Wav Bounces Vol. 2” para desmontarlas y darles una segunda vida. Puede incluso que un disco con buenos remixes salvara los temas y llevara todo a otro nivel.