The Thread That Keeps Us

El grupo de John Convertino y Joey Burns se me antoja ejemplo perfecto de banda que, sin muchos aspavientos, siempre está ahí. Puede ser que sus momentos de gloria, los más frescos y sonoramente audaces, hayan quedado atrás -¿cuántos grupos mantienen la tensión creativa intacta veinte años después?-, es probable que hayan acercado los sonidos fronterizos al tópico y a veces suenen un poco académicos, pero la producción discográfica de los de Tucson casi siempre mantiene un nivel notable.

Es el caso de su décimo álbum, reacción en positivo a un estado político-social deprimente. Para la banda norteamericana, que nunca ha escondido su vocación de ser la conciencia progresista de América, la llegada de un reaccionario semianalfabeto e infantiloide a la Casa Blanca a finales de 2016, fue la consumación de su peor pesadilla. Porque lo más inquietante es que ha sido “la gente” la que ha elegido a un consumado bufón de telerrealidad.

Influidos benéficamente por los fabulosos parajes naturales del norte de California donde han grabado, Calexico prefieren no enfangarse en el odio o la negatividad de la frustración, buscando inspiración en lo que nos une (el “hilo” del título), con quince canciones breves y más crudas y directas de lo que nos tienen acostumbrados. Y sus virtudes brillan. Por encima de todo, esa habilidad para destilar influencias folk, country y de americana de forma natural, elegante y sobria. Emocionando sin trucos. Incluso más: Sorprenden (relativamente) los aires de college rock ilustrado del primer single y tema que abre el disco, el vibrante "End of the World With You", que les muestra más ligeros (aunque a Burns no le guste el adjetivo pop) que nunca. Lo que viene después no desentona. El toque habitual de sonidos de la frontera ("Voices in the Fields", "Flores y Tamales"), algún experimento rítmico del que salen disfrutones y airosos ("Another Space") y espléndidas adiciones a su colección más melancólica ("Thrown to the Wild"). Un disco de contrastes pero al final sorprendentemente luminoso, que condensa su inquebrantable esperanza en el futuro.