Joan y Aleix, Aleix y Joan celebran sus diez años como ente creativo, sí, pero sobre todo como grandes amigos capaces de compartir momentos vitales y de, no podía ser de otra manera, ligarnos a canciones para el recuerdo. La diferencia entre “Brindis” y cualquiera de los restantes discos del dúo catalán es que, esta vez, las canciones no son suyas –con una excepción–, sino que sus autores fueron otros. Aunque, bien visto, ¿no son suyas? Pues permítanme incidir en ese punto.
Lo que Cala Vento han conseguido con este álbum conmemorativo de ocho versiones ajenas y una reinvención de una pieza propia es algo que tiene mucho mérito. Los de l’Empordà han explorado en su trayectoria personal y emocional para dar con esas canciones que han supuesto mucho en sus vidas, sin preocuparse por lo que nadie más allá de ellos mismos pudiera pensar. En casi todos los casos, han mandado las canciones y los sentimientos tras ellas por encima de cualquier otra razón. Ni siquiera se han obligado a incluir únicamente versiones de sus artistas favoritos (no están Los Planetas, ni Red Hot Chili Peppers, ni siquiera Nueva Vulcano, tres nombres que, siempre que tienen ocasión, citan entre sus indispensables).
Cala Vento han preferido superar barreras –rompiendo de paso prejuicios que otros pudiésemos tener por motivos generacionales– y atreverse con canciones que son grandes canciones por si mismas. Algunas ya las habíamos disfrutado sobradamente en sus versiones originales (¿hace falta decir cuáles?), otras ni siquiera podríamos imaginar que algún día –y ese día ha llegado– nos acabaran tocando emocionalmente gracias a su letra. Si alguien me hubiese dicho años atrás que, a principios de 2025, me estaría muriendo de ganas de cantar a viva voz “Grita” (de Jarabe de Palo, para más señas) en sus próximos conciertos le hubiera insultado hasta la extenuación. Pero aquí estamos, convencidos de que “Grita” es una gran canción. Solo que aquí viene el giro de esta crítica.
Pero lo que, como decía al principio, han conseguido Cala Vento con este “Brindis” es conseguir que, para muchos de nosotros, buena parte de estas canciones hayan dejado de pertenecer a los artistas originales para pasar a convertirse en canciones de Cala Vento. Tanto es así que hace poco me descubrí escuchando “Blueprint” de Fugazi en casa con el volumen al once y espontáneamente empecé a gritar “No estoy jugando contigo, no estoy jugando contigo, no estoy jugando contigo, no estoy jugando contigo...”. Y si eso ocurrió con una de mis canciones favoritas del universo hardcore, imagínense con el resto.
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