Hace mucho tiempo que no tengo veinte años, pero cuando quiero tenerlos de nuevo no tengo más que echar mano de “Cala Vento”, el vibrante y redondo largo de debut de este dúo catalán, producido por Eric Fuentes (The Unfinished Sympathy, quien dicho sea de paso ha hecho un gran trabajo al captar su esencia verdadera), mejor demo 2015 de nuestra edición catalana y ganadores del Make Noise de Converse. No tengo más que evitar los espejos como un vampiro para sentirme conectado con quién un día fui y con una generación que no es la mía, pero que sabe de qué hostias está hablando y sobre todo sabe que con una guitarra, una batería y una voz tienes suficiente para repasar lo que es tu vida aquí y ahora y gritárselo al mundo.
Por eso me gustan tanto Cala Vento, porque no son más que Aleix y Joan tocando la música que les gusta, que no dista tanto de la que a mí me gusta (desde The Promise Ring a Nueva Vulcano, por poner dos ejemplos) y la cantan y la tocan como les pueden y como les sale, combinando candidez y emoción a partes iguales. Sin tonterías, sin pretensiones, con sinceridad y con un alma que ya querrían para si muchos otros más diestros, leídos y populares.
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