'Broken Boy', la canción que abre el quinto disco de Cage The Elephant, "Social Cues", bien podría haber sido escrita en 2008, aprovechando la ola del post-punk revival. Aunque el efecto se diluye en la segunda canción de título homónimo, adoptando una actitud respecto al rock mucho más refinada e introspectiva, como hicieran también bandas como Arctic Monkeys en su "Tranquility Base Hotel & Casino" o The Black Keys. Canciones como "Black Madonna", sensual y sesentera, "Skin And Bones" y "Love’s The Only Way", así lo demuestran. También hay espacio para temas rupturistas –y altamente pegadizos– como "Night Running" junto al mismísimo Beck. Una canción mucho más relajada, de ecos reggae retrofuturistas, si es que esta etiqueta tiene algún sentido, "Night Running" encarna ese intento de la banda de Kentucky por escapar a los géneros y firmar un trabajo ecléctico, que condense más de una década de carrera. El single "Ready To Let Go", situado a la mitad del disco, se aproxima de nuevo a la década anterior y cuando crees haber tomado el pulso a las guitarras y sintetizadores de "House Of Glass", llegan las baladas. La elección del orden equivale a una montaña rusa sónica, dispuesta así quizá para romper con los medios tiempos de letras susurradas y melodramáticas, como "What I’m Becoming", seguida por "Tokyo Smoke", de aires ochenteros y casi peliculeros.
Si ya en su trabajo anterior, "Tell Me I’m Pretty", producido por Dan Auerback y por el que Cage The Elephant se llevaron el Grammy a Mejor Disco de Rock, expandieron su definición de rock, en "Social Cues" juegan aún más con la elasticidad del género, dejándonos por el camino, algún que otro hit que no abandonará la cabeza sin antes oponer resistencia.
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