The Seventh Sun

Llena de esperanza y de positividad el hecho de ver nuevas bandas de metalcore en la actualidad que mantienen el género por todo lo alto como lo consiguen Currents, Northlane, Alpha Wolf, Wage War, Spiritbox y un largo etcétera. Pero lo que sí que es especial y admirable es ver como bandas míticas como August Burns Red o, en este caso, Bury Tomorrow siguen manteniendo un nivel altísimo y no se quedan atrás siendo adelantados por grupos jóvenes llenos de energía y frescura.

La banda de Southampton (Reino Unido vuelve a la carga con “The Seventh Sun”, disco con el que han sabido adaptar su sonido a la actualidad y han experimentado más de lo normal, con estructuras más complejas e imprevisibles, nuevo vocalista, una producción muy buena con el bajo muy presente en la mezcla, consiguiendo así que el oyente esté entretenido durante todo el disco.

El disco comienza con el tema que le da título, el cual es una buena presentación de lo que va a ser el disco: un muro de sonido con un sonido épico y grandioso. Los instrumentos congenian a la perfección durante el disco con las voces, como por ejemplo en “Heretic” o en el primer minuto de la canción “Abandon Us”, en la que percusión, guitarras y voz siguen el mismo patrón de un modo muy enérgico.

La frescura de la que hablaba es apreciable en el tema “Forced Divide”, donde la banda mezcla perfectamente el sonido deathcore clásico a lo In Flames y el metalcore moderno. Un estribillo muy pegadizo, una fuerza brutal y perfectamente equilibrada entre la energía y las secciones algo más calmadas. Tanto es así que, en esa línea, el disco contiene varios momentos que están entre lo mejor de la carrera de la banda.

La incorporación del nuevo vocalista y teclista Tom Prendergast tiene parte de culpa de que este disco resulte algo distinto a los demás. Hace muy buen trabajo (los temas “Wrath” y “Majesty” son excelentes ejemplos), en especial en los grandes estribillos, las atmósferas emotivas y en los acompañamientos al mítico vocalista principal, Daniel Winter Bates, quien se encarga de las voces más sucias. Ed Hartwell también se ha adaptado genial como nuevo guitarrista rítmico, con riffs muy potentes, entretenidos y, en diversas ocasiones, bastante técnicos. El disco contiene también varias colaboraciones muy interesantes como las de Lawrence Taylor (While She Sleeps) en “Heretic” y Cody Frost, a quien conocimos como invitada en “Bull” de Enter Shikari.