Cuando eres poco menos que un genio te puedes permitir algunas sobradas como editar a la vez dos discos, uno más guitarrero y otro más intimista. Juntos pero no revueltos. Es el caso de Kevin Devine, lanzado al estrellato tras su gira con Brand New y ahora también al frente de Bad Books. Precisamente es Jesse Lacey de Brand New, otro talento, el encargado de producir “Bubblegum”, den el que Devine regresa al indie rock noventero de sus primeros pasos al frente de Miracle Of 86. Predominan las piezas urgentes con un punto oscuro deudor de Pixies (“Nobel Prize”, “Fiscal Cliff”), pero sobre todo el pop de guitarras atemporal para seguidores de los primeros Nada Surf y The Posies. En “Bulldozer”, en cambio, Devine tira de guitarras acústicas y le arropan Russell Pollard y Elijah Thomson, base rítmica de Everest, Isobel Campbell y el también productor del disco Rob Schnapf (Elliott Smith, Beck). Con este grupo estelar, Devine firma una decena de cortes que balancean entre la calma de “Could’nt Be Happier” y la intensidad de “See Can See Me”.
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