Only The Strong Survive

Si Bruce Springsteen ha alcanzado su reputación actual ha sido, ante todo, por sus composiciones, así como por su visceral forma de interpretarlas en directo. Aún así, sus (normalmente) desgarradoras adaptaciones de temas ajenos, siempre han estado ahí, embelleciendo y diversificando su imponente catálogo. Por tanto, la publicación de este disco con quince versiones de canciones soul y viejo R&B, en principio no puede considerarse un giro de guión totalmente inesperado.

Existe, además, el precedente de “We Shall Overcome: The Seeger Sessions” (06), álbum en el que Springsteen despachó con solvencia y personalidad un puñado de versiones folk. No fue un disco imprescindible, pero sí un paréntesis desenfadado que brindó grandes momentos de diversión y entretenimiento. Por el contrario, ahora, afrontar este envite se ha convertido en un reto mayúsculo. Y no sólo porque las comprometedoras comparaciones con los temas originales sean inevitables, sino porque también se requería dar en la diana en la selección de temas a versionar, en la instrumentación, en la producción y, sobre todo, al encajar el tono de voz tan característico de Bruce en unas composiciones creadas, a priori, para registros vocales diametralmente distintos al suyo.

Y bien, escuchado el resultado, no cabe duda de que el disco tiene sus momentos. Sin embargo, y aunque nos pese, el conjunto adolece de la consistencia que cabe esperar en el Boss. Por ejemplo, son varias las canciones que parecen encorsetadas, como si las virtudes de Springsteen no lograran encontrarse con el sonido que le arropa. Quizá se deba a que la instrumentación es tan impecable y fría, que acaba sonando demasiado impoluta, casi aséptica. En algún momento, uno llega a fantasear con la aparición sorpresa de un saxo apabullante; cómo no, tocado por el añorado Clarence Clemons. Pero, obviamente, esto no sucede, ni tampoco nada que se le parezca. Así mismo, la producción de Ron Aniello (quien además toca casi todos los instrumentos, con excepción de los de viento) tiende a restar emoción a los coros y a su propio trabajo, puede que tratando de resaltar en exceso la labor vocal de Springsteen. Craso error ¿O acaso no ha sido siempre el sonido vibrante de la E Street Band uno de los mayores impulsos para el de New Jersey?

Repasando los temas, contamos entre lo más destacado con “Soul Days”, un original del gran Dobie Gray (sí, el de “Drift Away”), en el que colabora nada menos que con Sam Moore (sí, el de Sam & Dave). “Do I Love You (Indeed I Do)” es una muy interesante rareza de la factoría Motown, vía Frank Wilson, en la que la apasionada voz de Bruce requería ser respaldada por unos coros más orgánicos y menos robotizados. Lástima. En “Any Other Way”, original de Jackie Shane, una tímida guitarra aporta un toque distinguido, mientras la reflexiva “I Forgot To Be Your Lover”, de William Bell, también se cuela entre los puntos álgidos de este recorrido.

En cambio, el “Nightshift” de The Commodores, incomprensiblemente elegido como uno de los avances del disco, se revela rígido y artificial, como cuando trata de sonreír alguien con un exceso de bótox. Así mismo, “Someday We’ll Be Together” es un tema de The Supremes que, al carecer en la versión springsteeniana de toda su delicadeza, pierde gran parte de su encanto. Por último, un conjunto de cortes, como por ejemplo el “7 Rooms Of Gloom” de The Four Tops, funciona razonablemente bien… aunque cuando lo comparas con el original, ironías de la vida, aprecias que falta algo de alma.

A fin de cuentas, por tanto, es imposible no sentirse algo decepcionado, en parte porque venimos del excelente “Letter To You” (20), disco en el que Bruce reencontró una inspiración, espontaneidad y frescura que, justamente, parecen ser los elementos que escasean en esta nueva producción. Confiemos en que, de cara a los conciertos de su próxima gira europea, prevalezca “Letter To You” sobre este algo intrascendente “Only The Strong Survive”… aunque, quién sabe, tal vez en directo, y en manos de la E Street Band, estos temas adquieran la vitalidad y energía que aquí les ha sido vetada.