The Mandrake Project
DiscosBruce Dickinson

The Mandrake Project

7 / 10
Adriano Mazzeo — 06-03-2024
Empresa — Duellist Holdings / BMG
Género — Heavy Metal

Se podría titular esta coyuntura en la vida de Bruce Dickinson como “el renacimiento del renacentista”. El multifacético cantante de Iron Maiden revive su dispar carrera solista y esta vez lo hace con un producto hecho a consciencia, dedicación e innegable talento. Porque el tipo nunca abandona la solemnidad que de a ratos se puede volver somnolienta, llena el disco de clichés pero logra lo imposible: que los clichés suenen geniales.

"The Mandrake Project" es un disco conceptual de una hora de duración, un camino a recorrer, una narrativa conexa, una colección de desarrollos líricos e instrumentales a los que ponerle oído y cabeza; es decir, todo lo contrario a lo que propone la industria hoy en día, donde premia la urgencia y lo viralizable.

Este perfecto álbum de AOM (adult oriented metal, o metal orientado a adultos) engrandece aún más el carisma y sello de calidad de Dickinson. El veterano vocalista suena rejuvenecido, agradecido y respetuoso de sus influencias clásicas en un entramado que, a pesar del excesivo minutaje de la mayoría de sus piezas, no hace agua en ningún momento gracias a un nivel magnífico de composición y unas interpretaciones -tanto vocales como instrumentales- que dan prácticamente siempre en la diana.

Como en cada incursión por fuera de Iron Maiden, Dickinson se prueba en terrenos estilísticamente no tan rígidos como los de la banda que lo llevó a la fama mundial. Incorpora guiños al folk británico (la cinematográfica “Resurrection Man”) y la música india (“Fingers in the Wounds”), juega al gótico en el sólido single “Rain on the Graves” donde da pleno protagonismo al teclista Mistheria, quien aporta certezas a lo largo de todo el disco tanto en las apariciones melodiosas, las percusivas o las más inspiradas, deudoras estas de John Lord.

Todos los temas tienen su carácter y protagonismo, destacándose también el gancho de “Eternity Has Failed” -prácticamente el único tema en la vena de Iron Maiden- y el desarrollo de “Shadow of the Gods”, que comienza incidental con un novelesco piano y termina casi thrasher con Dickinson metiéndose casi en el terreno de los growls vocales.

También el mencionado “Rain on the Graves” en el que el juego de las influencias da un giro de 360 grados y deja a Dickinson recordando a Ghost en medio de un cuento tan dark como divertido, así como el hit redondo que abre el camino “Afterglow in Ragnarok” y la épica de viento en la cara y brazos abiertos de “Many Doors to Hell”.

"The Mandrake Project" es por varios motivos un disco fresco y desafiante de las lógicas actuales, las de lo inmediato y lo novedoso a fuerza de cualquier sacrificio. Aquí se nota el peso de una carrera añosa, coherente y sostenida en un talento genuino.

 

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