Broke With Expensive Taste

Lo imposible es una realidad, Azealia Banks ha lanzado definitivamente su álbum debut. Llevaba prometiendo este largo desde 2012. Y nosotros teníamos la esperanza de que pasara a la historia por semejante retraso musical. Pero, bueno, “Broke With Expensive Taste” ya está en la calle. Aunque, para conseguirlo haya tenido que pelearse con el sector discográfico de medio mundo.

Tras su ruptura con Universal, decidió aunar fuerzas con su nueva compañía de management Prospect Park y marcarse finalmente un ‘Beyoncé’ en esto de subir el álbum a la red sin avisar. Recientemente, ya conocíamos el nuevo single del disco, porque si somos sinceros ya no sabríamos decir qué tema fue el encargado de presentar este Lp. Y con “Chansing Time” Banks demostraba que quería alejarse del bucle ‘heavy’ en el que se había sumergido. Si viajamos en el tiempo, la artista confesó que su álbum debut huiría por completo del hip-hop que le dio a conocer y se centraría en la electrónica. ¿Ha cumplido con su promesa?¿Qué podemos encontrar en este ‘esperadísimo’ lanzamiento? Pues de todo. Comenzando por una recopilación de temas que ha ido soltando a lo largo de estos interminables años (“Yung Rapunxel”, “Heavy Metal And Reflective”), entre los que, incluso, ha rescatado “Luxury”, una de las piezas de “Fantasea”, su mixtape de 2012.
En este largo, indaga en los ritmos latinos (“Gimme A Chance”) gritándote a la cara, y en español, eso de “Libre e independiente me dice la gente, rebelde y caprichosa…” y dejando clara su actitud ante la vida. Mantiene la línea rap, aunque en algunas ocasiones se ablanda, y en otras vuelve a un sonido propio de la primera Banks (“Jfk” junto a Theophilus London).

La mayor bizarrada del disco llega con ese tema surf-pop, con inclinación navideña, que Ariel Pink le ha metido bajo el nombre de “Nude Beach a Go-Go”. Y, por supuesto, no iba a dejar fuera su único éxito hasta el momento, “212”, aunque, a estas alturas resulte algo innecesario incluirlo. Aún así, todo este batiburrillo sonoro llega demasiado tarde. “Broke With Expensive Taste” ya ha perdido su oportunidad en la industria. Es un disco para pasar página, demasiado familiar, demasiado aburrido.