En el quinto trabajo de Bring Me The Horizon no encontraréis ni rastro del metalcore de sus inicios, acaso la voz del tatuadísimo Oli Sykes cuando explota su registro más bestia. El presente “That’s The Spirit” es un disco ante todo melódico, plagado de estribillos infecciosos, apto para estadios y por momentos bailable.
El quinteto de Sheffield ahonda en la propuesta de su anterior largo, “Sempiternal”, donde salían del armario y mostraban sin pudor su admiración por Linkin Park. Ahora van un poco más allá y se postulan como dignos sucesores al trono de los reyes del nu metal más comercial con piezas como “Throne”, fusión perfecta de épica rockera y programaciones efectistas.
Esta nueva entrega, producida por la propia banda, también incluye la redonda “Happy Song”, culpable del título y el espíritu positivo del disco, con un coro de cheerleaders que parece responder al “Be Aggressive” de Faith No More, y otros hits inmediatos como “True Friends”, “Avalanche”, “What You Need” y la housera “Run”.
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