Fermín es un mago: un moderno alquimista que en su nuevo trabajo, «Brigadistak Sound System», ha destilado una y mil veces todo su saber y el de sus numerosos compañeros de viaje, para alcanzar los títulos de Maestro de texturas ragga, Señor de todos los ritmos, Amo del vértigo trepidante, Paladín del mestizaje y Guardián Supremo de nuestras consciencias.
Catorce cortes (el primero de ellos está «repe») que no dan pie al respiro. Catorce que rezuman baile. Melodías contagiosas con carácter internacionalista que trascienden de su propia condición de canciones para lograr un todo: el álbum con mayúsculas. Un lugar en el que la música y la actitud se funden en un abrazo ejemplar; el abrazo del respeto, la justicia y la entrega a una causa universal: la del ser humano.
No es difícil de explicar entonces el porqué de tantas colaboraciones: de Mad Profesor a Banda Bassotti, de Angelo Moore (Fishbone) a Amparanoia, de Manu Chao a Aztlan Underground, de Tom Darnal (P 18) a Todos Tus Muertos, de Hechos Contra El Decoro a Los Van Van, de Tijuana No a Inadaptats, de Iñigo -su hermano- a Kaki Arkarazo (ingeniero también en buena parte del disco)… Todos ellos creen.
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