Siempre se dice que las mejores canciones se hacen cuando nuestro estado de animo está por los suelos. Brian Fallon, que típicamente se ha inspirado en situaciones de desamor y desamparo, contradice el dicho y vuelve con un álbum que es mucho más positivo que su precedesor y los últimos coletazos de The Gaslight Anthem…y con el que inesperadamanete ha recuperado la capacidad para facturar grandes temas que parecía haberse quedado por el camino. Habría sido muy sencillo para él plantear su proyecto en solitario como la continuación del cuarteto de New Jersey. Y sí, su inconfundible timbre de voz y algunas melodías recuerdan irremediablemente a épocas pasadas, pero en “Sleepwalkers”, su segunda referencia solo ante el peligro, Fallon ha recuperado la frescura que perdió en su última etapa en la banda, se ha abierto a la variedad sonora y ha facturado un disco mucho más diverso y, en definitiva, entretenido, que su precedesor. En él, la distorsión da paso a un amplísimo abanico de instrumentos, desde la sencillez de la voz con un único acompañamiento de guitarra acústica en “See You On The Other Side”, a los sintetizadores de “Little Nightmares”, al piano y saxo en el tema que da nombre al ábum y a la presencia de un órgano a lo largo de todo el disco.
Mezclando americana, soul, retazos de Motown e influencias como Cash, Costello, Petty y Springsteen (¡ahí queda eso!), Brian Fallon ha facturado la colección de canciones más inspirada que ha compuesto en una buena temporada. Solo nos queda esperar que el reciente anuncio de minireunión de la banda para celebrar el décimo aniversario de “The ’59 Sound”, y su consiguiente hype, no eclipsen este dignísimo disco y podamos seguir alabando el estado de gracia de Mr. Fallon (solo o acompañado) muchos álbumes más.
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