In These Silent Days
DiscosBrandi Carlile

In These Silent Days

8 / 10
Don Disturbios — 06-10-2021
Empresa — Warner Import
Género — Alt-Country / Americana

Repaso lo poco que hemos hablado en Mondo Sonoro de la gran Brandi Carlile y se me cae la cara de vergüenza. Es cierto que en 2012 elegimos su álbum “Bear Creek” entre los mejores discos de americana de aquel año en nuestra lista especializada, pero también es verdad que obviamos su anterior entrega, el excelente “By The Way, I Forgive You” (18), y eso es de juzgado de guardia. Por eso no podía dejar pasar la oportunidad de reseñar este maravilloso “In These Silent Days”, el disco de confinamiento de Brandi Carlile, sí, pero también el álbum en el que más se ha alejado del country más académico para entregar diez fantásticas canciones muy variadas a la par que sólidas.

Ya desde el título Brandi nos está sugiriendo que este álbum está hecho desde esos días silenciosos en los que la música en directo se detuvo y la gente tuvo que permanecer encerrada en sus casas con sus filias y sus fobias, con sus miserias y alegrías. Con los próximos en casa, pero sin poder visitar a los seres queridos que no vivían bajo tu mismo techo. Todo eso se da cita en el álbum. Un disco de contrastes, alegrías y sin sabores que se reflejan en la variedad de registros a las que hacía referencia en el párrafo anterior.

“In These Silent Days” es un disco grabado, al igual que el anterior, en los estudios RCA de Nashville con la inestimable ayuda de los gemelos Tim y Phil Hanseroth, habituales compañeros de directo de la cantante estadounidense y cómplices también en algunas de sus composiciones, aunque esta vez se les unieron para forma equipo dos figuras de referencia de la americana actual: el productor Dave Cobb (en breve tendremos que hacerle un monumento a modo de artículo en estas mismas paginas) y el músico y también productor Shooter Jennings. Fue el primero el que sugirió, como es habitual en sus producciones, que las canciones debían tocarse como si de un directo se tratara, derribando ese muro de artificio que a veces hay en las grabaciones tejidas a base de retazos y overdubbings. El resultado solo cabe calificarlo de esplendoroso.

Brandi Carlile se ha dejado llevar y ha rendido homenaje a artistas que la han marcado y le siguen marcando. Solo hay que escuchar la pasional forma de acompañar al piano en “Letter To The Past” para ver el peso que la figura de su amigo Elton John ha tenido en su formación musical. Tampoco se nos escapa el homenaje confeso que Brandi le dedica a Joni Mitchel en “You And Me On The Rock”, canción en la que se acompaña de la banda de Brooklyn Lucius y con la que ha querido saldar una deuda que tenía con su esposa, pues fue ella la que le llevó a apreciar en su justa medida la música de la canadiense. Pero atentos porque Brandi no se ha olvidado de roquear en el disco, solo hay que escuchar ese contundente country-rock titulado “Broken Horses” para rescatar el espíritu de todos los forajidos de la escena de Nashville que tiene en la saga Jennings un maravilloso legado. O qué decir de “Sinners, Saints and Fools”, desde ya una de las mejores composiciones de la de Ravensdale, en la que se deja literalmente la piel en una rapsodia con un crescendo final de los que quita el hipo y en que se nota la comunión que hubo en el estudio. Solo por esta canción ya merece la pena dejarse llevar por un disco repleto de joyas como la tensa balada “Mama Warewolf” o la más delicada “When You're Wrong”. Perlas que me están acompañando en la intrínseca melancolía de este otoño que, ahora sí, parece llegar al fin.

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