the record

Angel Olsen y Sharon Van Etten hicieron el amago de juntarse para algo más serio, pero de momento todo ha quedado en una canción y una sonada gira. En cambio, da la sensación de que Phoebe Bridgers, Lucy Dacus y Julien Baker se toman su colaboración mucho más en serio. Quizás se hayan dado cuenta de que juntas tienen más fuerza e incluso posibilidades de alcanzar cimas más altas que en solitario. Su aventura no parte de una estrategia falsa o creada en un despacho de discográfica, sino que surgió como fruto de la química que consiguen trabajando juntas. A eso cabe sumarle su inconformismo y que cada acción suya es un firme guiño a su independencia y libertad como mujeres. Su EP les sirvió para girar juntas y para encontrar su mejor camino juntas, unir fuerzas y reclamar más espacios para las mujeres –algo que conecta con las Highwomen, cuando Amanda Shires se dio cuenta en un viaje en coche de las pocas mujeres que sonaban en la radio.

En Boygenius nos encontramos con tres personalidades distintas, pero complementarias. Aquí no hay competitividad alguna entre ellas, sino sororidad y, sobre todo, ganas de crear algo realmente juntas. Phoebe Bridgers es la más profunda y sensible, Lucy Dacus escribe historias cotidianas con el cuchillo entre los dientes y Julien Baker es, de las tres, la más punk y guerrillera. Con estas cartas sobre la mesa, han grabado un disco que había generado grandes expectativas, curiosidad y, por qué no decirlo, también cierta incertidumbre. Lo bueno (o mejor) de “The Record” es que nos ofrece justo lo que esperábamos. Y es que las sorpresas no son necesarias cuando tienes un puñado de canciones estimulantes que ofrecer, las mismas que las confirman como unas estrellas en ciernes.

Con aplomo y mucha seguridad, comienzan a modo de introducción y a tres voces con “Without You Without Them”. A continuación, se dejan llevar por el ramalazo alternativo y noventero de “$20” y, con “True Blue”, nos ofrecen cinco minutos deliciosos en que alternan funciones. En “Cool About It” suenan como lo harían Simon & Garfunkel en el siglo XXI y en “Not Strong Enough” nos ofrecen un estribillo pegadizo como pocos. Desconozco si “Leonard Cohen” es un homenaje, pero “Satanist” sí lo es a ese sonido que, hace treinta años, pusieron en danza nombres como Veruca Salt, Belly o Bettie Serveert. Y cerrando, una “Letter To An Old Poet” que nos deja muy claro que Boygenius no es un para ninguna de ellas un pasatiempo, sino que tenemos grupo para tiempo.