Born And Raised

Empiezo a estar un poco cansado de tanta melosidad cargada de buenas intenciones. Son tiempos difíciles y en cierta medida la música debe ser reflejo de la época en la que está escrita. Por eso este disco se me atraganta y es algo que no puedo remediar.

John Mayer es un compositor correcto, tiene una voz que, sin tener un timbre diferencial, es agradable y dulce , además sus tonadas son tan bien intencionadas que hasta generan cierta repulsión de lo bien interpretadas, medidas y estructuradas que están. En eso un productor de tanta solvencia como Don Was habrá tenido mucho que ver, no cabe duda, pero por mucho empeño que ponga, es imposible esconder la evidencia de que John Mayer es un artista mainstream buscando el vellocino de oro de la autenticidad. Lo cuál no deja de ser una tragedia, porque la llama de la autenticidad hace tiempo que está en manos de artistas como Neil Young, músico al que se lo debe todo y al que rinde la debida pleitesía a través de un verso de la canción que abre el disco.

Claro que, no contento con eso, el casanova californiano se ha sabido rodear de luminarias del folk-rock como David Crosby y Graham Nash para ver si se le pega algo. Y bueno algo sí se le pega, pero al igual que siempre irá dos pasos por detrás de Ben Harper, nunca logrará que nos lo tomemos tan en serio como a Ryan Adams o Devendra Banhart que si saben lo que es la autenticidad. Mayer deberá seguir buscando sin encontrar.