Simon Green lleva sacando música con su aka Bonobo desde finales de los noventa, siempre fiel al sello Ninja Tune, con el que ha sacado todos sus discos. En sus inicios practicaba un downtempo jazzy y plagado de samples que le emparentaba con artistas del mismo sello como Mr. Scruff o Quantic, pero poco a poco fue desarrollando una personalidad propia que explotó con su último disco, “The North Borders”. En él se acercó a otras sonoridades que tampoco le pillaban lejos, ya que incorporó algunos elementos de compañeros de sello como The Cinematic Orchestra para los momentos más sensibles y melancólicos, y otros de gente como Caribou/Daphni; algo que le hizo llegar a un rango más amplio de audiencia y alcanzar las mieles del éxito con una serie de giras extensas (y soberbias) y algún que otro atisbo de hit (“Cirrus”).
En este sexto disco Bonobo repite de nuevo planteamiento y sigue fiel a su sello, arrancando con un “Migration” que vuelve a demostrar que este hombre es capaz de emocionarnos sin llegar a caer en el exceso ni la grandilocuencia, con una mezcla perfecta entre una base con toques electrónicos - que llegan a recordar a veces a unos Moderat sensibles - y unas cuerdas que nos hace subir a los cielos en un momento. “Break Apart” con Rhye a la voz repite esa jugada de nuevo con éxito, con ese toque entre pop y soul que hará asomar la lagrimita a más de uno. El primer aviso de que a lo mejor a Bonobo se le va un poco la mano intentando abarcar muchos estilos llega con un “Outlier” que va un poco en la onda de “Cirrus”, pero que en esta ocasión falla un poco a eso de la mitad del tema, cuando de una especie de deep-house orgánico y gozoso pasa a un house algo chungero que hace torcer un poco la sonrisa. “Second Sun” y “Surface” son un par de temazos en su línea que nos devuelven la sonrisa y hacen que la lagrimita vuelva a salir, y en “Bambro Koyo Ganda” con Innov Gnawa a las voces vuelve a demostrarnos esa capacidad que tiene para buscar voces únicas y deliciosas que encajen a la perfección con cada uno de sus temas. “Kerala” es uno de los singles de este disco y es de esos temas que poco a poco van creciendo y con cada escucha se van haciendo especiales, mientras que “No Reason” con Nick Murphy a la voz supone otra pequeña decepción dentro de la línea sobresaliente del disco, con un tema que une su toque sensible y bailable con unos sintes fríos y una melodía vocal que no pensábamos escuchar en este hombre, facilona y destinada a la radio fórmula. Menos mal que el cierre con “7th Sevens” y “Figures” nos devuelve a ese Bonobo que conocemos y amamos, con toda su preciosa melancolía y esas cuerdas que son capaces de hacernos subir a los cielos y que deja a este disco rozando el sobresaliente, algo a lo que no llega tan solo por un par de momentos en los cuales quiere pero no puede. Aun así los fans de este hombre volverán a gozarlo, y los que no lo conozcan seguro que caerán rendidos en alguno de sus excelentes temas.
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