Will Oldham ha publicado cerca de treinta discos desde que debutara en 1993 con “There Is No-One What Will Take Care Of You”, la mayoría de ellos bajo el apodo de Bonnie Prince Billy. Nunca ha estado muy alejado del country alternativo, no hay que olvidar que tuvo un proyecto con el gran Jason Molina, pero siempre estuvo más cerca de Neil Young que de Willie Nelson. No esta vez.
“The Purple Bird” es el disco country de Bonnie Prince Billy, grabado en Nashville con la mejor banda de músicos de la ciudad, este es la carta de amor de Oldham al género, algo que no es de extrañar para un tipo que cuando se casó en 2016 su mujer subió al altar mientras sonaba una banda tributo de Merle Haggard en la que se encontraba el otro hombre principal en este disco, el productor David "Ferg" Ferguson.
A Ferguson le conoció en una fecha muy especial, en el mismo día en el que conoció a otro de sus ídolos y una de las máximas leyendas de la música country, Johnny Cash. Cuando el autor de “Folsom Prison Blues” estaba grabando una versión del mítico "I See A Darkness" del propio Oldham, Ferguson era el ingeniero de sonido en aquella sesión y de allí salió una amistad que ha durado décadas. Ahora han colaborado en este disco en el que Ferg no solo ejerce de productor sino que ha compuesto junto a Oldham varias de estas canciones.
Esto es lo que el propio cantante opina de su amigo/colaborador: "Es un hombre gigantesco, una fuerza musical épica, un amigo muy querido. Nuestro trabajo juntos en este disco fue el resultado de años de compartir momentos difíciles y grandes alegrías, canciones e historias, de hacer música juntos y separados. Hay mucha confianza en este disco por parte de Ferg y por la mía, y la confianza fue dura y bien ganada. Cuando escucho el disco, a veces no puedo evitar reírme maravillado de que la vida me haya permitido participar en algo así".
Y así suena este disco, jubiloso y arrebatador, se nota que se lo han pasado bien haciéndolo. Lo de la mejor banda de Nashville va totalmente en serio, desde el comienzo con "Turned To Dust" se puede notar el enorme nivel de todos los músicos que participan aquí, con el sonido más cuidado de la carrera de Oldham. Todo está muy pulido lo que puede sonar como una sorpresa para los seguidores más acostumbrados a su faceta de folk gótico, pero, a pesar de su sonido country, este es un disco que suena a su autor por los cuatro costados. A los amantes de esa salvajada llamada "I See A Darkness" puede que les cueste tragar con la dulzura de "One Of These Days (I'm Gonna Spend The whole Night)" pero el ADN sigue siendo el mismo, aunque lo que antes sonaba a presagio de muerte ahora son palabras de ánimo.
Puede que la segunda parte del disco no esté a la altura de la primera, mis cuatro canciones favoritas están entre las seis primeras; "Turned to Dust (Rolling On)", "London May", "Boise, Idaho" y "Sometimes It’s Hard to Breathe"; pero tampoco podría decir que el disco se desinfle en esa segunda parte.
Es un disco que suena a country clásico, piénsese en Gram Parsons con Emmylou Harris y la banda de Elvis, que a lo que ahora se entiende por country, eso sí tamizado por el personal estilo, tanto de escritura como en su peculiar voz, de Oldham. Es evidente que a éste le fascina el género; solo hay que ver las colaboraciones como la del músico de bluegrass Tim O'Brien o la leyenda country John Anderson; para ver todo el cariño que ha puesto en esta obra que puede servir como una buena entrada al género para muchos de sus seguidores.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.