Ghosts On Tape

Hace ya tiempo que Blood Red Shoes irrumpieron en escena con el efectista ‘Box Of Secrets’ (Cooperative, 08), para a continuación completar una secuencia de discos tan aceptables como en realidad carentes de cualquier trascendencia más allá de ese momento en el que vieron la luz. Una trayectoria con la que el dúo de Essex formado por Laura-Mary Carter y Steven Ansell fue sacrificando interés y alejándose en esa inevitable comparativa con The Kills, en base a discos de indie-rock cada vez más insulsos como ‘Blood Red Shoes’ (Jazz Life, 14) y aquel flojo ‘Get Tragic’ (Jazz Life, 19) que hasta ahora era su última entrega.

Por eso resulta tan favorecedora esa sensación (casi de alivio) que desprende la presente entrega, con la dupla asumiendo algunos riesgos y avanzando hacia direcciones inéditas. En ‘Ghosts On Tape’ (Velveteen, 22) la formación luce mayor agresividad y la combina con sintetizadores, alterando parte de su fórmula para, dentro de un orden, salir de su zona de confort. La referencia se abre con la aspereza (deudora de The Afghan Whigs) de “Comply”, y alarga el acierto en una “Morbid Fascination” que remite a los mejores Ladytron. También convence el ramalazo algo más bailable de “Murder Me”, al igual que el trazo punk de “Give Up” y “I Am Not You”, la tenebrosa “Begging”, “Dig A Hole” o una infalible “I Lose Whatever I Own” que podía haber pertenecido a Goldfrapp, así como la final “Four Two Seven” confirmando el buen sabor de boca.

Steven Ansell y Laura-Mary Carter se alternan o comparten el protagonismo principal, dependiendo del momento y a lo largo de las trece piezas y cuarenta minutos que conforman ‘Ghosts On Tape’ (22). Un movimiento que, junto a esa contundencia y su recién estrenada oscuridad, dota al proyecto de una agradecida credibilidad. Si además tenemos en cuenta el notable nivel de buena parte de las seleccionadas, cabe afirmar que este podría ser el mejor disco de Blood Red Shoes en años. Quizá incluso el más destacado de todo su catálogo, en pugna con el mencionado estreno y el también lejano ‘Fire Like This’ (Cooperative Music, 10).