Sit Down For Dinner

Han tenido que pasar nueve años justos –concretamente desde que viese la luz “Barragán” (Asawa Kuru, 14)– para volver a disfrutar con los influjos desprendidos por música de Kazu Makino y los hermanos gemelos Simone y Amedeo Pace. Casi una década en la que nos hemos visto privados del específico indie-pop de Blonde Redhead, ese de aura misteriosa y tremendamente seductor, de calado y en ocasiones incluso cierto poder sanador. Un barbecho que, en la práctica, no ha hecho sino potenciar las ganas de recibir nuevas canciones tocadas por la particular impronta de combo.

La espera llega a su fin con el presente “Sit Down For Dinner”, un disco inspirado y especialmente acogedor dentro de la discografía de los neoyorquinos que, con once nuevas canciones, resulta capaz de llenar el vacío que su ausencia había despertado a lo largo de todo este tiempo. Un álbum que, además, reverdece aquellos motivos por los que el grupo resulta tan bienvenido dentro de la escena, con sus formas limpias compartiendo protagonismo con una pose arty que siempre les favorece, tras hacerles lucir contemporáneos sin caer en recursos histriónicos ni efectos chillones. Piezas que arrastran tras de sí a cada escucha, a través de diferentes estados emocionales concretados en “Melody Experiment”, las dos partes de “Sit Down For Dinner”, “Not For Me”, la espléndida “Snowman” que abre la referencia, el dream-pop de “I Thought You Should Know”, “Before” o el canto de sirena final de “Via Savona”.

“Sit Down For Dinner” es un elepé tan insinuante como especialmente hospitalario para con el oyente, apostando por unas texturas en las que el receptor puede sentirse cómodo. Un trabajo sostenido sobre la voz etérea de Makino (en ocasiones relevada por la de Amadeo Pace) definiendo la línea argumental en torno a la que componer con elementos más o menos sofisticados o exóticos, pero siempre respetuosos. Un título que, en definitiva, bien podría ser la mejor entrega de Blonde Redhead tras aquel inconmensurable “23” (4AD, 07) que, a día de hoy, sigue siendo su hito creativo.