El nuevo disco de BLACKPINK está diseñado para ser escuchado en directo dentro de un estadio gigante lleno de luces y con un sistema de sonido envolvente de tecnología punta. Y eso no sería un problema si no fuera porque ahora mismo más de la mitad del planeta no puede apenas salir de su barrio debido a una pandemia. Sin embargo, este hecho nos demuestra que ni incluso el K-Pop, un género musical que tiene tanto poder actualmente que podría ser considerado una industria en sí misma, ha salido ileso del impacto del coronavirus. No se trata de un “mal de muchos, consuelo de tontos”, sino más bien de un alivio por saber con certeza que, detrás de lanzamientos masivos y mundiales como el del esperado álbum debut de Blackpink, hay personas humanas que no han podido esquivar una crisis como esta, a pesar de su fama calculadora.
En cualquier caso, alguien en su día dijo que el disco de BLACKPINK tenía que llegar en 2020, y así ha sido. A pesar de haber publicado en 2018 “BLACKPINK In Your Area”, un trabajo de nueve canciones que incluye hits como “Ddu-Du Ddu-Du” o “Whistle”, la promoción en torno a este nuevo trabajo se ha enfocado hacia el concepto “primer álbum largo” de BLACKPINK. De hecho, tan importante parece este disco en la carrera del grupo que no se han andado con rodeos y lo han titulado “The Album”. Como resultado, nos encontramos ante ocho canciones nuevas en las que el inglés se posiciona frente al coreano y donde vemos colaboraciones que pretenden situar a BLACKPINK dentro del pop mainstream (sin necesidad de utilizar una “K” delante), como las de Selena Gómez o Cardi B.
Jisoo, Jennie, Rosé y Lisa, las cuatro integrantes, saben muy bien lo que hacen. “The Album” es un disco conciso que tiene varias misiones: romper con todos los récords habidos y por haber de YouTube gracias a sus videoclips, petar TikTok con coreografías fáciles de aprender, llegar a lo más alto de las listas de éxitos de Spotify en Estados Unidos con el apoyo del potencial de sus featurings, y, en general, aterrizar en tu cerebro con una producción adictiva que se pega como un chicle. Y la verdad es que, te guste o no, cumple con todas ellas.
En general, los debates alrededor del K-Pop están a la orden del día y despiertan opiniones de todo tipo. Podríamos estar horas hablando sobre si sus grupos son marionetas que están en manos de poderosos empresarios que solo buscan el beneficio económico a través de la explotación de las marcas que generan estos mismos grupos, o si, por lo contrario, son parte de un nuevo género musical que ha irrumpido en la escena de una manera brutal y nos ha hecho abrir la mente ante una nueva forma de hacer música desde un territorio tan desconocido como Corea del Sur. Puede que las letras de las canciones de BLACKPINK no te cambien la vida, pero al menos están demostrando que se puede llegar a lo más alto sin haber nacido en Estados Unidos. Y eso, al menos, es un logro que puede hacer despertar a muchos niños y niñas que sueñan con dedicarse a esto.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.