Tan influyentes y, a la vez, tan singulares e irrepetibles. Black Sabbath habían debutado discográficamente a principios de 1970, dando un paso de gigante en cuanto a incorporar al rock ultra-pesados riffs de guitarra, densas atmósferas y un oscuro imaginario; es decir, todo lo que les iba a convertir en pioneros absolutos de una nueva era. Hablamos, no lo olvidemos, de cuando el heavy metal ni siquiera existía y de cuando su segundo disco, “Paranoid”, se estaba gestando sin que nadie fuera consciente de la trascendencia que tendría en el futuro.
En efecto, canciones como “Iron Man”, “War Pigs” o la propia “Paranoid” –que ya era un single de éxito cuando el álbum apareció en septiembre de 1970– marcaron un antes y un después, no sólo en la trayectoria del grupo de Birmingham, también en el irreversible proceso de endurecimiento de buena parte de la música rock.
Coincidiendo con el cincuenta aniversario de la publicación del vinilo original, se reedita ahora su edición “Super Deluxe” (lanzada al mercado anteriormente en 2016). Se trata de una box set que incluye cuatro discos (cinco en la versión vinilo) con carpeta doble independiente para cada uno de ellos. Se acompaña el lote con un interesante libro de tapa dura, un póster con una foto de época del cuarteto y una réplica del programa de la gira americana de presentación del disco. Estamos, por tanto, ante una edición impecable en lo que a presentación y cuidado de los detalles se refiere.
El primero de los compactos, como es habitual en estos casos, incluye el álbum original remasterizado. Es decir, las ocho canciones con las que Ozzy Osbourne, Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward hicieron –y de alguna forma siguen haciendo– historia. Así, pasando por la fuerza bruta de la imponente “Iron Man”, el irresistible ritmo de “Paranoid”, la sutileza de “Planet Caravan” o la solvencia del instrumental “Rat Salad”, revivimos la atemporalidad de esta obra.
El segundo CD contiene una remezcla cuadrafónica que se hizo del disco en 1974, cuando se experimentaba desde la suposición de que el sonido estéreo podía quedar obsoleto. Escuchada ahora, esta versión no pasa de anécdota o simple curiosidad.
En los otros dos compactos disfrutamos de sendos directos de la banda en 1970, uno grabado en Montreaux (Suiza) y otro en Bruselas en una actuación para la televisión belga. El sonido de Bruselas es más que correcto y el de Montreaux notable, aunque Ozzy desafine en algún momento (cabe suponer que no disponían de monitores). En cualquier caso, se trata de dos grabaciones de un valor indiscutible, que incluyen repertorios parecidos entre sí, centrados sobre todo en “Paranoid”. A destacar que, en Suiza, la antibelicista “War Pigs” todavía fue cantada por Ozzy con la letra original, que sería luego retocada por ser demasiado satánica.
Resumiendo. Un diez para la presentación y para el disco original. Los dos directos también son más que recomendables y, aunque su sonido no sea impecable, mejora con creces el de las versiones piratas que circulaban por ahí. Por otro lado, la remezcla cuadrafónica no pasa de curiosa y, además, ya se había publicado en una reedición anterior llamada sólo Deluxe. Ésta, por cierto, incluía tomas de estudio alternativas que aquí podrían haber redondeado incluso más el producto final.
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