Crítica de ¡Ahora!
, el nuevo disco de Biznaga que se edita hoy
Discos / Biznaga

Crítica de ¡Ahora!
, el nuevo disco de Biznaga que se edita hoy

8 / 10
Fran González — 04-10-2024
Empresa — Montgrí
Género — Punk Rock

Consagrados ya en su rol de cronistas del desastre, el conjunto malagueño-madrileño Biznaga tiene a bien volver a recordarnos, dos años después de su último periplo, las múltiples fallas del supuesto estado de bienestar en el que vivimos y la insalvable podredumbre que asola las raíces del sistema a través de un quinto trabajo en larga duración titulado “¡Ahora!” (Montgrí, 24).

Para sorpresa de pocos, y continuando con el poso malencarado y hastiado deBremen No Existe (Montgrí, 22), el ácido y agitador cuarteto vuelve a infectar su narrativa con fieles retratos del presente, añadiendo ahora sí una interesante pátina de optimismo, erigida ya como única herramienta válida contra ese vendaval de precariedad y desarraigo que sobrevuela nuestras cabezas. Un discurso tan simple como alentador que recuerda en esencia, forma y contenido a aquel mantra con el que los británicos IDLES daban en su día título a su segundo disco, Joy as an Act of Resistance (18).

La sonrisa y el amor, incluso cuando la tormenta parece mostrarse más ofensiva y amenazadora, son ahora los fundamentos primarios de un trabajo responsable de equipararse a su exitoso antecesor y reafirmar el estatus de sus abajo firmantes dentro de la escena punk estatal. “Cuando el desencanto es tradición, el entusiasmo es una disidencia”, nos cantan en el que fuera su primer adelanto, subrayando así ese espíritu temerario y kamikaze con el que ansían una tregua con el presente. Sin embargo, y a pesar de este sobrevenido aliento en su registro, en ningún momento hablamos de que la suya sea ahora una voz ingenua o desubicada, pues la habilidad del cuarteto para seguir radiografiando la sociedad y poniendo los puntos sobre las íes permanece intacta desde la última vez que nos dimos cita con sus afiladas y certeras letras.

Capaces de seguir metiendo el dedo en la llaga como nadie, Jorge, Álvaro, Milky y Torete nos dejan tiritando con su particular repaso por el abc de la inestabilidad y la carestía intergeneracional, convirtiendo sus temas en ficciones tan fidedignas y humanas que nos helarán la sangre (“Carlos tiene dos carreras, vende alarmas para chalés / Ana un máster, varios idiomas y hace camas en un hotel”, se arrancan en la novelesca “Espejos de Caos”). No obstante, detrás de ese costumbrismo doloroso que enerva, castiga y nos obliga a apretar los puños con fuerza, la banda nos ofrece la posibilidad de vislumbrar la luz al final del túnel gracias a esa poderosa y reafirmante línea de guitarras cálidas que invitan al oyente a abrazar el entorno, por muy imperfecto que éste se presente.

Celebran el asco y derrochan toneladas de imaginación en cada corte, prestos a encontrar una alternativa a la realidad, sin edulcorar la misma. Solo así pueden convertir un tema tan delicado como la medicación en un himno coreable y catártico como es la emocionante “Benzodiacepinas” o desafiar las leyes del abuso laboral en una empoderada y movilizadora oda llamada “Réquiem por un Rider”, junto a una irreconocible Ángela Baltar de Bala a las voces.

Sin ser ajenos a ninguno de nuestros males actuales (desde el desmoralizante fresco del estado de la juventud en “Lorazepam y Plataformas” al oscuro porvenir en “Agenda 2030”), Biznaga continúan haciendo méritos para convencernos de que el fin del mundo tendrá al menos un reverso provechoso: estar disfrutando de las que sin duda son las mejores canciones de su carrera.

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.