Bittersweet Batch

Parece que habrá continuidad en el revival soul que ha salpicado el panorama musical de los últimos años. Hace tres temporadas, el segundo disco de Amy Winehouse, “BackTo Black” eclosionaba y se erigía como punta de lanza del movimiento, gracias a sus casi diez millones de copias vendidas en todo el mundo. Hace un par, fue la rubia Duffy la que surgía como respuesta políticamente correcta a la Winehouse, con una propuesta musical más popera y deudora de voces como la de Dusty Springfield. Su imagen y sonido parecían estar claramente fabricados para mantener la llama revivalista en su aspecto más comercial. El pasado año fue un un soul más osado, feroz y efervescente, el perpetrado por Eli “Paperboy” Reed, el que saltó a la palestra y dignificó el rebozado del género. Les siguieron nombres como los de Black Joe Lewis o Mayer Hawthorne. Pues bien, todo apunta a que este 2010 será el año de Jesse Dee, otro joven bostoniano que edita ahora en nuestro país –con dos años de retraso- su segundo trabajo de estudio. Una nueva revisión de los postuladosde Redding, Cooke y cía en la que Dee también da cabida –“Around Here”, “Alive& Kickin’”- a la rama más funky de Bill Withers o el Stevie Wonder de los primeros setenta. Su voz emotiva y gospeliana, tratada en los coros de iglesia en los que se inició, es la protagonista de un álbum que nos vuelve a trasladar décadas atrás en el tiempo, a los años dorados de Stax y Motown, que aquí se hermanan en la voz de este nuevo talento.