Two hands
DiscosBig Thief

Two hands

8 / 10
Iñaki Molinos — 15-10-2019
Empresa — 4AD
Género — Folk

No es en absoluto habitual, en los tiempos que corren, la publicación de dos álbumes en un solo año por parte de una banda, y más teniendo en cuenta que la susodicha es de reciente creación.
En apenas tres años de andadura Big Thief ha alumbrado ya un total de cuatro largos con los que ha forjado su identidad en el panorama indie folk de finales de la década. Pero definitivamente, la pareja de trabajos de este 2019 les ha servido para reforzar unos cimientos estilísticos cargados de personalidad propia.

Y es que “Two hands” (4AD, 2019), concebido como el hermano terrenal de “U.F.O.F.”, se aproxima impasible a su predecesor, sin llegar a superarle, pero desde un concepto y filosofía distintos, tanto a nivel sonoro –en cuanto a producción- como lírico, donde las composiciones de Lenker y compañía se alejan de lo espiritual para abrazar un plano más físico y mundano.

En este contexto, la banda de Brooklyn ha conseguido articular un álbum que brilla por su constancia y luminosidad en ciertas partes del mismo y se enhebra a las mil maravillas con sus puntos más decadentes, todo ello sustentado –y muchas veces al servicio- de la personalísima y emocionante voz de su alma máter, Adrianne Lenker.

La dulce, sosegada y breve letanía de “Rock and sing” nos sirve para abrir boca e ir sumergiéndonos en un viaje de armonías simples y evocadoras sobre las que la banda sitúa su universo más íntimo –sin grandes alardes de ingenio o creatividad-. Big Thief tiene claro lo que quieren ejecutar desde el origen, y lo demuestran con temas tan apabullantes como sU segundo single “Forgotten eyes”, afincado en un melodioso new folk de guitarras acústicas e hipnótica línea vocal no apta para sensibleros/as. Medios tempos algo intrascendentes como “The toy” o la luminosa “Two hands”, que da título al disco conforman una primera parte que cerraría su cara A con “Those girls”, la faceta más hierática y oscura de los neoyorkinos.

Encaramándonos a la segunda parte del LP, es inevitable toparse con una suerte de reinicio que enriquece la narrativa de un disco excelentemente enfocado, donde lo natural y orgánico queda reflejado también en su proceso de grabación. Tomas en directo y guitarras noventeras protagonizan temas como “Shoulders”, que converge sin respiro en “Not”, la cúspide del disco, donde los desbordantes –y resquebrajantes- vaivenes vocales culminan en un memorable clímax eléctrico que te invitan a hacer vida allí.

Tras el doble gancho de este combo, el álbum parece finalizar de forma capicúa, y al igual que en su inicio, vuelve al intimismo pausado –”Wolf”-, su versión más pop –”Replaced”- y la obtusa oscuridad de “Cut my hair”, con la que se cierra definitivamente.

Un disco directo y desnudo que hace justicia al estado de forma de Big Thief. Sin alcanzar el nivel de su antecesor, ni ser una obra maestra, “Two hands” es una creación notable que se asimila desde la primera escucha, y que suma piezas sobresalientes a la precoz y prolífica colección de los de Brooklyn, ensalzada por puro merecimiento.

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