Cuenta Laurie Anderson –artista en múltiples disciplinas– que no tenía intención de publicar en disco ninguno de los experimentos musicales que formaban parte de su performance de ocho horas “United States” (“Transportation”, “Politics”, “Money”, “Love”). El productor Roma Baran la convenció haciéndole saber que mientras que la mayoría de obras de arte eran caras y elitistas los discos eran asequibles para un público más amplio. Anderson no podía contradecir sus ideales políticos (vivía en Nueva York desde finales de los setenta) así que se decidió a hacer una versión de estudio de “O Superman (For Massenet)”. Las mil copias iniciales se agotaron cuando John Peel empezó a pinchar la canción en su programa: de la noche a la mañana, Anderson se convirtió en una estrella en el Reino Unido. Quedaba aún por grabar el disco, “Big Science”, publicado en 1982. Se trata de nueve experimentos a caballo entre el spoken-word (“Walking & Falling”), la licantropía sonora (“Big Science”), la electrónica (“O Superman” y su vocoder entrañable) y alguna que otra gaita (“Sweaters”). “Big Science” es poesía, es comprometido y es, por encima de todo, un gran disco de música pop sin barreras comerciales.
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