Cuanto más grande se hace un álbum, mayor es el interés que se genera a tu alrededor en todo lo que venga a continuación. Y parece que fue ayer, pero hace ya cinco años que el éxito del debut playero de Best Coast les convirtió de un plumazo en la banda del momento. Lo suyo es cuestión de décadas: en “Crazy For You" (Mexican Summer, 2010) fijaron su mirada en los sonidos de los 60, para apuntar hábilmente a los 70 en su segundo álbum. Y su tercer disco no iba a ser menos.
“California Nights” (Harvest, 2015) llega tres años después de “The Only Place” (Mexican Summer, 2012), alumbrado por la luz del sol que no quema y con el objetivo apuntando al poderío guitarrero de los 90. La fórmula sigue ahí, pero su brillo original se esparce por un paisaje sonoro más íntimo y complejo que sus anteriores trabajos. Su sonido se oscurece por momentos, ganando peso con guitarras más contundentes y una voz de Bethany que gana confianza, mostrándose una vez más como un elemento fundamental y distintivo dentro del sonido de la banda.
Siguen potenciando su gusto por las buenas melodías, si bien “So Unaware” o “Heaven Sent” traen recuerdos a los Weezer más sueltos, mientras “Jealousy” tiene un gancho Shangri-Las al que ya habían echado mano en otras ocasiones. Sorprende gratamente su primer single, un “California Nights” que fluye entre la psicodelia y un shoegaze que planea hipnótico por la espalda. Siempre se le ha achacado a Bethany la simplicidad de sus letras, pero aunque en esta ocasión se vuelven más ásperas, sus inquietudes siguen por el mismo camino reflexivo emprendido desde sus comienzos, con preguntas retóricas y pensamientos existenciales. “Fade Away”, el EP lanzado en 2013, ya daba alguna pista de hacia donde se dirigían los pasos de la banda, algo que confirma “California Nights”.
La confianza de Bob y Bethany en sí mismos es mayor que nunca y cuentan con un repertorio apto para mayores recintos. El disco puede significar el punto de inflexión para una banda cuya carrera, a pesar de la velocidad que imponen las nuevas tecnologías, no ha hecho más que comenzar. Hay talento, ideas y crédito para rato.
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