Benvinguts al llarg viatge

Atentos porque Txarango se están convirtiendo en Cataluña en un auténtico fenómeno popular que va a ir creciendo como la espuma, a lo largo y ancho de las diferentes fiestas populares en las que sin duda participarán este verano. Y es que aquí no hay demasiado secreto: lo de Txarango es música para bailar y pasar un buen rato olvidándose por un día de la crisis que nos atenaza la sonrisa.

Pero al contrario que la Pegatina, lo que tiene Txarango que los vuelve tan especiales, es el poder envolvente de unas melodías de orientación pop dispuestas en diversos envoltorios (latin, rumba, reggae, dub...) y que te atrapan en su sencillez. Dusminguet es el primer referente que te viene a la cabeza y es obvio que la poderosa voz de Alguer Miquel recuerda mucho en el tono a la de un joven Joan Garriga (La Troba Kung-Fu), pero también al cubanismo de Sargento Garcia (“Sueña como un niño”), la rumba latina de Gato Pérez (Amagada primavera) o al vitalismo tonal de Color Humano (“Volveremos”) son referentes de una banda que tiene en la energía e inocencia de su juventud la mayor de sus bazas.