Scream from New York, NY

La resurrección de las guitarras en la capital del mundo en forma de desesperación, conciencia, romantización y catarsis. Un grito a lo que representa Nueva York en la actualidad y cómo se ahogan los sueños de los jóvenes entre la abundancia de sus calles. El debut de Been Stellar con “Scream from New York, NY” (Dirty Hit, 2024) coloca a la banda en el punto de partida que todos esperábamos, para despegar a lo grande tras un pasado EP de oro. Desde que asomaron la cabeza por la industria, la banda despertó un gran hype en la crítica como futuros grandes herederos de una escena que cada vez se sentía más desgastada. Y, por lo pronto, parece ser que están haciendo muy bien las cosas.

Las guitarras están de vuelta y el espíritu punk lleva ya un par de años salvando a las personalidades del pop más mainstream. Por ello, no es nada fácil presentar un proyecto como el de Been Stellar donde todo lo que se supone que está de “moda” entre el pop es en realidad tu verdadero ADN. “Scream from New York, NY” es una carta de amor/desamor a una ciudad que les ha dado prácticamente todo lo que son hasta el presente. La banda se vio atada a su caos en plena pandemia y comenzó a pensar en ella como una vía de escape para muchas cosas. De ahí surgieron grandes letras que reflejan la fragmentación de la ciudad y cómo decenas de diferentes escenas musicales sobreviven en ella tratando de lograr que el arte vaya más allá de las tendencias. Pero, por otro lado, por ella se deslizan miles de jóvenes que no saben sacarle el jugo suficiente a la ciudad y que piensan en ella como mero disfrute sin importar la vena creativa realmente (“New York is wasted, you start again”).

Bajo la producción de Dan Carey, el disco debut de Been Stellar no podía sonar a otra cosa. El proyecto se presenta como la coronación de la banda a esa infusión que mezcla la raíz shoegaze de las influencias de sus miembros con el post-punk del presente. Hay un gran trabajo por parte del grupo de jugar con el ruido, amasarlo y llevarlo por terrenos más dóciles. También de generar melodías pop pegadizas que atrapen a su público más directo, a todos esos que les han estado consumiendo como teloneros de grandes bandas como The 1975 o Fontaines D.C. Y es que “Scream from New York, NY” es una auténtica espiral de guitarras y batería en la que entrar para salir de ella con la adrenalina por las nubes. Y en la que a veces también te encuentras ciertos remansos de paz para respirar tranquilamente como esa “Pumpkin” donde brilla el lado más dream-pop del grupo.

Se podría hablar de que lo único que le falta a “Scream from New York, NY” es personalidad propia. Pero, la verdad es que es un inicio fantástico para una banda teen que tiene las ideas clarísimas y ha dejado los prejuicios fuera. Esto solo son los primeros pasos de una de las propuestas con una de las bases más interesantes de los últimos años sobre la que construir un auténtico imperio. Están bien rodeados, tienen ganas y abrazan la música como una forma de vida. Lo que buscaban lo han conseguido, han despertado en nosotros toda esa nostalgia por los buenos discos de guitarras que salieron de la escena neoyorkina en el pasado y que hicieron historia. El salto de calidad es evidente, ahora toca no pecar y evitar desviarse por el camino equivocado.