El mundo de Fennesz lleva consumido por la oscuridad desde el lanzamiento de aquel brillante “Endless Summer” en 2001. Con él aparecieron las melodías, el uso del glitch y un fuerte poder de atracción para el público en general, ese que no está tan acostumbrado a escuchar una electrónica demasiado pesada. Después, llegaría una caída en picado, la separación de Mego y la búsqueda de un estilo decadente y minimalista. Pues bien, “Bécs” es su bote salvavidas. Este nuevo álbum firma la secuela de aquel foco de luz pasado. Vuelve al sello que le consolidó, se centra en sonidos más ambientales, en acariciar golpes de guitarra y recuperar aquella atmósfera perdida. Cada tema de “Bécs” invita a la nostalgia. En tan solo siete pistas, recorre su lado más profundo (“Pallas Athene”), se carga de una fuerza instrumental que bien podría representarse a banda completa en el directo (“Static Kings”) y cierra con su cara más acústica (“Paroles”). Fennesz ha ido a lo seguro y la jugada ha salido bien. Pero los dos mil están demasiado lejos, el factor sorpresa ha desaparecido, y continuar por este camino puede ser peligroso.
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