Curioso experimento el que nos presenta la banda de California The Beach Boys, una vez cumplida la celebración de su cincuenta aniversario y tras el regreso al estudio hace cuatro años con el decente “That’s Why God Made the Radio”. En esta ocasión se trata de retrotraernos a unos meses antes de la salida de su primer larga duración para Capitol Records. Son los últimos meses de 1961, años antes de la British Invasion, con Roy Orbison, el “Runaway” de Del Shannon o el country melancólico de “I Fall to Pieces” de Patsy Cline dominando las listas. En aquel momento, The Beach Boys no eran más que unos jóvenes barbilampiños, protegidos de Hite y Dorinda Morgan, una pareja de productores de la época. Hite y Dorinda, bajo el paraguas de su sello Candix Records, grabaron una serie de sesiones con los Wilson, Mike Love y Al Jardine, aquí recogidas en todo su detalle. Hasta 63 tomas diferentes de los nueves temas recogidos, todas ellas conservadas con una notable calidad de sonido.
De todo aquello únicamente salió un single, formado por “Surfin’” y “Luau”, la primera recuperada asimismo para su primer disco de 1962. También hubo versiones pretéritas de las ya conocidas “Surfin’ Safari” y “Surfer Girl”. Los otros cinco temas, que siguen el patrón de pop bisoño y coral pero fácilmente contagioso de los primeros Beach Boys, resultarán desconocidos para la mayoría del público. Y aunque “Becoming the Beach Boys” es por fuerza un disco editado exclusivamente para los fans más acérrimos de la banda, es un curioso testigo de una época y un momento, un embrión de lo que será el grupo pocos meses después, que se nos muestra en toda su desnudez; una rareza que proporcionará unos cuantos buenos momentos a todo aquél que decida acercarse a escucharla.
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