El barbudo trío británico ha logrado dar un paso adelante en lo que a sonido se refiere con “Red Earth & Pouring Rain”. Hablo concretamente de sonido porque si uno recupera su anterior disco, “Islands” (2014), se da cuenta que los londinenses siguen sintiéndose cómodos entre letras transparentes, directas y sumamente lacrimales, hecho totalmente comprensible si estas encuentran su mejor versión navegando entre el cálido y roto timbre de Andrew Davie. Con muchos seguidores ya acomodados al folk puro de los primeros trabajos, Bear’s Den decide tomar ciertos riesgos con este segundo disco, donde amplían y refuerzan su propuesta inicial dejándose llevar por el estilo rock americano de los setenta y sobre todo de los ochenta. Por los ritmos algo más acelerados, las guitarras eléctricas y los sintetizadores. Por esa sensación de perderte conduciendo de noche por la carretera entre las canciones.
Con estas novedades, el sonido del ahora dúo londinense, debido a la retirada del guitarrista Joe Haynes, ya no se construye con un par de guitarras, una percusión y unas bonitas harmonías de voces sino que consigue un mayor cuerpo y presencia. ¿Juega, esto, a favor del grupo? Teniendo en cuenta que uno de sus puntos fuertes siempre ha sido la intensa y devastadora emoción de sus letras, crea ciertas dudas. Sobre todo porque entre tanta capa musical la potencia de las letras quede desvanecida. Pero, aun así, Bear's Den consiguen un disco de pop ambicioso logrando un sonido más completo que puede, en ciertos casos, s defraudar a los amantes de su propuesta acústica inicial.
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