¿Quién dijo que el fénix fuera la única ave que pudiera resurgir de sus cenizas? Para Dani Belenguer, el mito lo puede encarnar otro animal que también vuela y cuyas plumas se caracterizan por ser de diversos colores llamativos: el papagayo. Pero no uno cualquiera, sino aquel que le visitó en sueños una noche. “Un día soñé con una imagen bellísima y también muy triste: en una habitación entraba la luz del atardecer y un papagayo alzaba su vuelo sobre una cama, llenando de aire las sábanas y soltando plumas de colores que salían despedidas hacia todos lados. El papagayo estaba huyendo, perdía plumas y recuerdos, moría, renacía”, cuenta. Bearoid nos presenta así “Papagayo”, su ensoñación hecha álbum.
Un segundo disco por parte del artista valenciano que llega tras una época difícil en su vida. No hay que ser un lumbreras para saber que, tras títulos (además, sucesivos) como “Llámame”, “Tocarte” u “Olvidarlo”, estamos ante una historia de desamor. Pero lo que quizá sea menos obvio y requiera de más sublectura es que Bearoid nos está relatando una transición de la oscuridad a la luz (o viceversa, según el orden en que se escuche), sea con alguien en concreto o con la vida en general. “Hice ‘Papagayo’ en una de las épocas más duras de mi vida, en 2019 me pasé la mitad del tiempo deprimido y con ansiedad. Empezó con una crisis de autoestima, acabó con la crisis de la relación con la persona con la que iba a estar el resto de mi vida. Pero también ha sido el año que más he aprendido a quererme, a deshacerme de la idea del amor romántico, a observarme en el espejo y en mi mente”, afirma convencido Dani.
“Papagayo” es una muestra más de la corriente musical que hoy en día cala más hondo que nunca entre el público más joven: la de cantar letras tristes bailando. Una especie de experimento que busca la sanación y la liberación, tanto del autor de las canciones como del que las escucha. Porque el germen de “Papagayo” es claramente personal, pero su transformación en canciones lo hace universal: “Hablo sobre ansiedad, pérdida, suicidio y muerte. También sobre sexo, fe, amor, superficialidad y Tinder. Supongo que es lo que tiene vivir la ultravida”.
Un viaje en el que Bearoid se vuelve a rodear de amigos, como Adriana Proenza, One Path, Sr. Chen, Karma Cereza o Turian Boy, que lo acompañan a lo largo de estas doce nuevas canciones en las que, por ponernos quisquillosos, musicalmente podría haber arriesgado más. Sin embargo, todo parece apuntar que Belenguer no estaba buscando con “Papagayo” su obra maestra, sino más bien expulsar los demonios que un día hicieron que ese colorido animal tuviera que visitarle en sueños para recordarle que estaba vivo.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.