Frente al conceptual “Taxi” (Blau, 04), “Batiscafo Katiuscas” es un disco de pop convencional: diez canciones, más un prólogo y un epílogo. No hay narración lineal y sí postales sueltas de la historia de una relación sentimental cualquiera, convertidas en algo a ratos mágico y casi siempre fantástico gracias a las palabras de Joan Miquel Oliver, inspirado directamente por Julio Cortázar en los últimos cortes del disco.
Antònia Font recurren a la música y a la cultura popular para dar forma a un disco no exento de afición a lo expeditivo. Puede que el conjunto sea menos sorprendente, pero una concepción más simple hace de “Batiscafo Katiuscas” un disco de canciones disfrutables por separado, independientemente del conjunto general. Y cada tema es una pequeña historia, un cuadro pintado desde una perspectiva propia: en el tema que da nombre al disco tiran de épica subacuática, en “Wah Yeah!” de excesos ochenteros, en “Love Song” y “Darrera una revista” se dedican al pop-rock casi costumbrista y en temas como “Tokio m´és Igual” o “Mecanismes” vuelven a Yann Tiersen. De tanto en tanto muestran su vocación de jugones, como en el orgiástico final de “Nata” o en los coros de la ya comentada “Love Song”. Pero aunque igualmente inspirado, éste es un disco menos amibicioso en lo formal. Antònia Font, eso sí, siguen creando música con las suficientes dosis de personalidad propia y genio como para seguir considerándolos un grupo especial. Probablemente “Batiscafo Katiuscas” no sea su mejor disco, pero no desmerece comparado con su antecesor y está a la altura de lo que se espera de una banda que ha oxigenado el panorama de la música cantada en catalán gracias a una visión abierta, imaginativa e inteligente de la música popular en su expresión menos elitista. Lo que pasa es que uno no puede inventar la rueda todos los días.
Many many qutilay points there.