Poderosa, inspiradora, libre. El nuevo álbum de Bat For Lashes te invita a escapar de la realidad para vivir en un mundo de película tan irreal, seductor y nostálgico que no querrás regresar. “Lost Girls” es una apuesta por traer el pop de los ochenta al presente y construirle una nueva personalidad. Inspirada en la ciudad de Los Ángeles, Natasha Khan crea su propia versión del mítico largometraje de 1987 “The Lost Boys” y lo convierte en un compilado de temas de marcado carácter femenino lleno de luces de neón, romances, vampiros, carreteras infinitas y puestas de sol de color naranja intenso.
De nuevo vuelve a apostar por un álbum conceptual como hizo en el divisor “The Bride” (16). Sin embargo, en esta ocasión los temas brillan también de forma individual y no son tan dependientes los unos de los otros. Y es que, aunque la finalidad de Khan sea contarnos esa seductora historia de una pandilla de vampiras sedientas, se observa un tratamiento de las canciones de una forma más libre. La propia artista confesó que inicialmente no tenía ninguna intención de lanzar un nuevo álbum. Y que su traslado a Los Ángeles estaba ligado más bien a iniciar su carrera en el mundo del cine. Sin embargo, esa historia que estaba devorando su cabeza en ese momento terminó saliendo poco a poco a la luz de forma natural en forma de canciones que construyeron este nuevo álbum. Así, iniciamos este viaje de la mano de “Kids In The Dark”, una balada repleta de sintetizadores, y corte gótico, perfecta como banda sonora para esas noches eternas en la ciudad de las estrellas que tanto ha inspirado a Khan. Tras esta, poco a poco te va adentrando en una historia de amor atractiva y peligrosa que tiene su eclosión a mitad del disco en ese instrumental que es “Vampires”, cuyo saxo dirige la base hacia una atmósfera fría y oscura. Previamente alimentada, eso sí, en una “The Hunger” en la que se puede sentir un ambiente de tensión dominado por un inquietante órgano y una vampírica letra que habla del deseo (“I want to fly. You know how I like it. I want to feel like I'm still alive. I want to bleed and feed us forever. But I want to feed the hunger inside”).
A grandes rasgos, es cierto que el espíritu gótico del álbum es el gran protagonista del disco, pero sería muy injusto pasar por alto las ganas de bailar que tiene Khan en esta nueva era. Algunos de los cortes del disco podrían formar parte de esa playlist imprescindible en muchas noches infinitas quemando la pista de baile. Y es que, para darse cuenta, solo hace falta escuchar esa “Feel For You” de corte más disco, espíritu funk y largos instrumentales, que en cierto modo nos puede transportar a los primeros discos de Pet Shop Boys. Entre los momentos a destacar de este nuevo largo nos encontramos una sexual “Jasmine” que muestra a la Bat For Lashes más pop hasta la fecha. Tanto por esa pegadiza base de synth-pop, como por su forma de cantar a base casi de susurros. Otro de los temas más relevantes del proyecto es “Desert Man” en el que, por el contrario, la voz de Khan crece hasta el infinito y prevalece frente a una base instrumental épica que termina desplazando hasta quedarse prácticamente sola ante el piano. Fórmula que repite a la inversa en “Mountains”, el tema más centrado en el amor adolescente clásico de las películas de los ochenta de todo el larga duración.
Si hacemos un repaso a la brillante carrera de Bat For Lashes, pocas cosas se le pueden reprochar. Puede que su etapa dorada se cerrara con el fantástico “The Haunted Man” (12). Pero, tras él, ha seguido regalándonos proyectos lo suficientemente sólidos e interesantes como para entusiasmarnos de nuevo cada vez que vemos que uno sale a la luz; y “Lost Girls” sigue esta línea. Quizá no sea el mejor disco de su carrera, pero sí podemos confirmar que es el que mejor representa quién es Natasha Khan y cuáles son sus intereses a día de hoy.
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