En estos tiempos de lanzamientos indiscriminados, nunca se sabe qué vía conducirá al disco adecuado. En el caso de Basurita, puede que los lazos genealógicos con grupos como El Inquilino Comunista, Cancer Moon o Elektrobikinis sean los que motiven la curiosidad del oyente. Sea como fuere, resulta necesario señalar que, efectivamente, éste es el actual proyecto liderado por Santi Real, vocalista de ese grupo imprescindible dentro de la escena estatal de los noventa que fue El Inquilino Comunista. Los vizcaínos mantienen su intención de publicar un nuevo disco cada año y presentan ahora ‘El Gran Feliz’, continuación del que el año pasado fuese su debut ‘Primer Juramento’ (Subterfuge, 19).
Una vez asumido ese elemento circunstancial que ha despertado el interés en la presente referencia, conviene disfrutar con el acierto que suponen sus diez canciones, descaradas y cambiantes pero todas ellas firmes como rocas. Resulta además entretenido buscar referencias o similitudes del grupo con otras formaciones. El álbum se abre con la optimista “El gran feliz” que da título al disco, y cuya lírica puede remitir a otros intocables de los noventa como El Niño Gusano. Por su parte, “En sueños”, “Mer” y “Grecia África y París” bien podrían haber sido firmadas por Ornamento y Delito pero, sobre todo, por El Columpio Asesino, tras albergar oscuridad pero al mismo tiempo unas pegadizas líneas melódicas que las torna irresistibles. También destaca ese sentido medio tiempo que es “La campa de la furgo”, mientras que los seis minutos de “Despierta” y la instrumental “Alicia” se sitúan en algún punto entre The Dream Syndicate y Dinosaur Jr. Por su parte, “Verónica” y “Aquel Verano” (con el contrapunto femenino de Nur Wong de Tierna Furia), remiten a los Mercromina de Joaquín Pascual. El malditismo elegante de “Estás atrapado” echa el cierre a un álbum que, definitivamente, deja a su paso muy buen sabor de boca.
Producido por el omnipresente Paco Loco y grabado en su estudio del Puerto de Santa María, ‘El Gran Feliz’ es un disco de aroma noventero porque la cabra tira al monte, con alma pop pero guitarras y distorsiones luciendo en primer plano. Un álbum sólido, bien materializado y no exento de cierta sensibilidad, que evidencia que, aunque el grupo sea incipiente, sus artífices son unos veteranos dispuestos a poner todo su bagaje al servicio de esta nueva aventura. Basurita son uno de esos grupos solventes y con personalidad, que bien podría encajar en la zona popular de la escena. Sobre todo porque esta referencia insinúa que el hábitat natural del combo podría focalizarse en los escenarios, potenciando las ganas de verlos en directo.
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