Pocos pensábamos, a estas alturas de la memorabilia, que uno de los discos de dance electronic music de 2019 vendría protagonizado por el trance, pero no por el trance 4x4 machacón de Goa o Ibiza que tan popular se hizo en el segundo lustro de la década de los noventa, sino en el primero y más ambient, como los que podríamos encontrar mezclados con la primera IDM de los recopilatorios “Trance Europe Express” o en el disco de debut de Sven Väth, años antes de ser el rey del minimal en Ibiza.
El debut en formato largo del residente del Berghain de Berlín y cofundador del sello Leisure System, el británico Sam Barker, ha juntado la sensibilidad británica y las matemáticas alemanas en un disco con nueve temas repletos de chilly trance de bajas frecuencias, casi sin bajos y bombos machacones. Todo un viaje mental bastante divertido e hipnótico, situado en las antípodas de la negritud de Objekt o Actress, por poner dos ejemplos antagonistas.
“Utility” es un trabajo muy humano, repleto de pasajes geométricos, como diseñados por una inteligencia artificial que ha prescindido de elementos duros para ofrecernos microsinfonías de arpegios fluidos digitales y cristalinos, al estilo del Larry Heard de la década de los noventa. Barker ha construido un disco bello y escapista que brilla con luz propia al final de la segunda década del siglo XXI.
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