Birthmarks

¿Es lo melodramático necesariamente un guilty pleasure? Las voces funerarias del sonido Bambara ponen el foco sobre esta duda. Es que “Birthmarks” es un disco de innegable y omnipresente conflicto sentimental, pero su suceso reside en cómo se trata la estética de la desgracia.

Para gestar “Birthmarks” la banda de Atlanta -ahora basada en el Brooklyn post hipster- consiguió a través de su nuevo sello un presupuesto que les permitió contar con Graham Sutton de Bark Psychosis en la co-producción y también con el hecho de poder estar en el estudio todo el tiempo que fuera necesario, y así lograr que la música evolucione naturalmente, sin necesidad de ir en busca de una estética preconcebida.

A juzgar por la calidad de las canciones de este quinto disco de Bambara, el proyecto dió resultado: se nota en sus temas una sensibilidad real y unos guiños en la musicalidad pensados y sentidos.

El grupo dice, a través de conversaciones con su co-productor, haber enfocado estas composiciones en su clásico carácter cinematográfico, pero aún más en los ritmos y eso es notorio en el desarrollo tanto de canciones como la susurrante “Hiss” (que abre el disco con temple oscuro y voces en secreto que recuerdan a Mike Patton) o como la que le sigue en el playlist, la decididamente post-punk “Letters From Sing Sing” que oscila entre el storytelling nocturno, la melodía resacosa y unos crescendos decididamente efectivos.

El ambiente de motel maldito posee “Face Of Love” con la voz de Reid Bateh yendo de líneas casi rapeadas a los falsettos oníricos de la vocalista invitada Madeleine Johnston mientras el hermano de Reid, Blaze, provee una base irrompible desde la batería.

Con este convincente comienzo, “Birthmarks” se ve encaminado a una muy buena nota, tendencia que se confirma con el aura electro doom de “Holy Bones” y la belleza contemplativa de la casi instrumental “Elena’s Dream” en la que la banda agrega a su paleta sonoridades de trompeta y vibráfono para vestir el relato de la invitada Emma Acs.

“Because You Asked” suma tensión, “Dive Shrine” propone una base frenética, “Loretta” crea ambiente con guitarras espaciales y de este modo “Birthmarks” confirma ser un disco que logra con creces cautivar nuestra atención. Elegancia y solvencia le sobra.