Del mismo modo que Sevilla tiene un color especial, Escocia debe tener algún componente mágico en el agua para que periódicamente aparezcan mil y un grupos de la vida.
¿Qué les dan? En todo caso, conocemos los resultados: Desde Incredible String Band y Donovan hasta los primeros Delgados, Urusei Yatsura y Arab Strap, pasando por Orange Juice, Pastels, Teenage Fanclub,... La lista es tan larga que hace daño a los ojos. Precisamente por eso, un proyecto como “Ballads Of The Book” da tan buena espina que sólo puede dar mala espina: un disco (en breve también documental) donde colaboran músicos y escritores escoceses, algunos favoritos de siempre, otros por conocer. El resultado de tan ambicioso proyecto, como no podría ser de otro modo, es perfectamente modesto, entendiendo como modestia el buen hacer y la poca pirotecnia: Norman Blake nos regala una gema de pop meloso que no se la salta un galgo, Alasdair Roberts sigue sonando como si fuese un fantasma de otro siglo, Mike Heron hace que la magia y lo familiar sean uno con apenas un piano, Aidan Moffat canta un hit de final de fiesta borrachuzo estupendo, Trash Can Sinatras sorprenden con slide guitar, piano y baladón, Emma Pollock vuelve a tener chispa y así hasta el final. Escocia es mucho.
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